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12 de junio 2013
Hijos míos, regocijaos. Yo Soy. Yo soy el Alfa y la Omega. Yo Soy el que Yo Soy, vuestro Padre en las alturas, os llama. Abrid vuestros corazones y sin condiciones. Aceptad mi amor por vosotros. Aceptad crecer en santidad en este día. Tengo muchos planes. Entregadme vuestros planes. Dadme permiso para transfiguros. Muchas almas están en juego. Millones se perderán si no cumplís. Por favor, rezad.
Me hago un Rey Mendigo con la esperanza de que aceptaréis servir. Muchos niegan los mandatos que he preparado para ellos desde el principio de los tiempos. Muchos me dan la espalda y rechazan mi amor.
Amados, Yo Soy, vuestro Padre os ama con un amor eterno. No hay amor en la tierra que se pueda comparar con mi amor por vosotros. El amor del hombre es imperfecto. El mío es amor en su forma más pura. Mi amor por vosotros os moldear en los vasos de la gracia y misericordia. Mi amor por vosotros os inspire a cambiar, y a amar a los demás como nunca antes. Aceptad mi amor en vuestros corazones. Seréis transformados. Amados, cuando pensáis en Mi como un ser lejano o sordo a vuestras súplicas, debéis recordar que el sufrimiento os acerca a Mí.
El sufrimiento os hace rendiros a mí. Todo sufrimiento es mi regalo para vosotros. Cuanto más sufrís, más amados sóis por Mí. Haríais bien en recordarlo. Cuando sufrís, yo estoy trabajando en vosotros. Yo deseo elevaros a la santidad, y tomo todos los medios necesarios para daros forma para mi gloria.
Recordad que Yo utilizo todo el sufrimiento por el bien de la humanidad. Nada se pierde. Ninguna gracia se pierde jamás. Todo lo que sufrís dará fruto.
A vuestro paso, os coronaré como hijos míos, y, entonces entenderéis misterios que os permanecían ocultos.
De momento hay que perseverar. Acercaos a Mí. Poned vuestra esperanza en mí. Sé que mi plan es perfecto. Confiad en Mí. Yo os guiaré en cada paso. Os dejo mi beso de paz. Shalom