*Rezad intensamente por el papa Francisco (María)




Hijos Míos, Soy la Inmaculada Concepción quien os habla. Vengo a deciros que me agrada mucho ver como recibís mis mensajes que por medio de varios instrumentos en todas las partes del mundo os envío.

Como Madre Vuestra que Soy Mi mayor deseo es que seáis buenos y honrados en todos los aspectos y que practiquéis la caridad los unos con los otros, Yo, María Santísima, os hablo.

Vengo a pediros que recéis por el Santo Padre Francisco y que lo hagáis intensamente, porque el tendrá que superar muchos inconvenientes que se le van a presentar en su papado. Ofreced a Mi Corazón Inmaculado novenas y oraciones que Yo las pueda presentar al Padre Celestial a favor del Cabeza de la Iglesia Católica. La oración tiene un inmenso poder cuando se hace de corazón, con fe y amor, así que hijos, rezad por el Papa Francisco y no dejéis de hacerlo.

La Iglesia es como la Barca de Pedro que parecía hundirse en la tempestad de las aguas (Mt 8, 23-25), pero ellos, los Apóstoles, acudieron a Mi divino Hijo y salvó la situación, porque Mi Hijo siempre está dispuesto a ayudaros por difíciles que sean las circunstancias, ya que su poder no tiene límites. Yo, María, Vuestra Madre, os hablo.

Hoy día parece que la Iglesia que fundó mi Hijo se hunde, hay mucha confusión y errores, pero os vuelvo a repetir que la oración todo lo puede si es asidua y con fe, porque hijos, contrariedades siempre las ha habido y siempre la Iglesia Católica ha sido atacada, pero ahora es el peor de los tiempos porque Satanás tiene atrapados a muchos obispos y miembros de la Jerarquía que los tiene involucrados. El Papa tiene que ser protegido con vuestras oraciones, para que sepa dirigir adecuadamente la Barca de Pedro que es la Iglesia Católica. Yo, María Santísima, os hablo.

Almas pequeñas que aparentemente no significáis nada, vosotras que formáis un gran ejercito dentro de los fieles católicos, seguid constantes con vuestros rezos y ofrendas penitenciales, que Yo hago de todo ello armas valiosísimas contra el ejército de Satanás y los enemigos de Mi Hijo. Yo, María Santísima, os hablo y os lo pido. Paz a todo aquel que leyendo este mensaje lo pone en práctica.
 
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