El fenómeno social es que cada vez son
menos los que dudan de la existencia de Dios (es decir, son menos los
ateos) pero son más los que prefieren desentenderse de una religión
concreta.
Pese al incremento de las personas que afirman no
pertenecer a ninguna afiliación religiosa en los Estados Unidos,
expertos señalan que esto no significa necesariamente que el país sea
más secular que antes, e indicaron que es un “error” etiquetarlos como
no creyentes porque el número de ateos no aumenta.
Los autores del estudio opinan que a pesar de estos cambios “los estadounidenses han sido durante mucho tiempo, y aún son las personas más religiosas entre los pueblos de los países occidentales, tanto en la fe como en la práctica”.
Estos estudios, explican, se deben tomar en el contexto de la historia del país y que, a pesar de la tendencia a la baja en la participación religiosa luego de su mayor relevancia en la década de 1950, “la participación religiosa es aún mayor de lo que era hace un siglo” y es una parte de la vida estadounidense y de la comunidad.
LOS “NONES” RELIGIOSOS
Los “nones” es la manera de referirse en las encuestas de este tipo a las personas que dicen no tener afiliación religiosa, específicamente en la Encuesta General Social y el estudio de 2012 hecho por el prestigioso Centro de Investigación Pew.
“Los ‘nones’ religiosos no son uniformemente seculares, y etiquetarlos como no creyentes sería un verdadero error”, indica el Director de Estudios Estadounidenses en Religión del Centro de Investigación Pew y el Proyecto de la Vida Pública, Greg Smith, quien explica que más del 70 por ciento de estos “nones” no se identifican como ateos o agnósticos, y que cuatro de cada 10 “nones” ora o reza por lo menos una vez al mes, reseña Aciprensa.
El crecimiento de los estadounidenses no afiliados a una religión está impulsada por el relevo generacional: el 32% de los menores de 30 años no pertenecen a ninguna religión, en comparación de uno de cada diez personas de 65 años o más.
El fenómeno que se da es que cada vez son menos los que dudan de la existencia de Dios (es decir, son menos los ateos) pero por otra parte son más los que prefieren desentenderse de una religión concreta.
Se trata de un segmento que no busca una religión determinada y en su gran mayoría creen que las organizaciones religiosas están demasiadas preocupadas por el dinero y el poder.
LOS DATOS DEL ESTUDIO
El
nuevo estudio realizado por el centro de Centro de Investigación Pew
sobre Religión y Vida Pública en 2012 encuentra que muchos de los 46
millones de adultos que no practican la fe en alguna religión específica
se muestran religiosos y espirituales.
El 68% cree en Dios, el 58% admite que siente una profunda conexión con la naturaleza y la tierra, el 37% se califica como espiritual no religioso y el 21% afirma que ora o reza todos los días.
Respecto de los que practican una fe, tanto los católicos como los cristianos evangélicos (o protestantes) perdieron fieles (más los segundos), en contraste con el crecimiento de los "none".
Los estadounidenses que sí pertenecen a comunidades religiosas evangélicas, musulmanas o católicas sostienen que las iglesias e instituciones religiosas benefician a la sociedad con el fortalecimiento de los lazos comunitarios y la ayuda a los pobres.
Con el aumento de su número, los estadounidenses religiosos o espirituales que no practican ninguna fe religiosa son un segmento cada vez más importante del electorado de ese país.
Fuentes: EFE Pew ResearchLos autores del estudio opinan que a pesar de estos cambios “los estadounidenses han sido durante mucho tiempo, y aún son las personas más religiosas entre los pueblos de los países occidentales, tanto en la fe como en la práctica”.
Estos estudios, explican, se deben tomar en el contexto de la historia del país y que, a pesar de la tendencia a la baja en la participación religiosa luego de su mayor relevancia en la década de 1950, “la participación religiosa es aún mayor de lo que era hace un siglo” y es una parte de la vida estadounidense y de la comunidad.
LOS “NONES” RELIGIOSOSLos “nones” es la manera de referirse en las encuestas de este tipo a las personas que dicen no tener afiliación religiosa, específicamente en la Encuesta General Social y el estudio de 2012 hecho por el prestigioso Centro de Investigación Pew.
“Los ‘nones’ religiosos no son uniformemente seculares, y etiquetarlos como no creyentes sería un verdadero error”, indica el Director de Estudios Estadounidenses en Religión del Centro de Investigación Pew y el Proyecto de la Vida Pública, Greg Smith, quien explica que más del 70 por ciento de estos “nones” no se identifican como ateos o agnósticos, y que cuatro de cada 10 “nones” ora o reza por lo menos una vez al mes, reseña Aciprensa.
El crecimiento de los estadounidenses no afiliados a una religión está impulsada por el relevo generacional: el 32% de los menores de 30 años no pertenecen a ninguna religión, en comparación de uno de cada diez personas de 65 años o más.
El fenómeno que se da es que cada vez son menos los que dudan de la existencia de Dios (es decir, son menos los ateos) pero por otra parte son más los que prefieren desentenderse de una religión concreta.
Se trata de un segmento que no busca una religión determinada y en su gran mayoría creen que las organizaciones religiosas están demasiadas preocupadas por el dinero y el poder.
LOS DATOS DEL ESTUDIO
El
nuevo estudio realizado por el centro de Centro de Investigación Pew
sobre Religión y Vida Pública en 2012 encuentra que muchos de los 46
millones de adultos que no practican la fe en alguna religión específica
se muestran religiosos y espirituales.
El 68% cree en Dios, el 58% admite que siente una profunda conexión con la naturaleza y la tierra, el 37% se califica como espiritual no religioso y el 21% afirma que ora o reza todos los días.
Respecto de los que practican una fe, tanto los católicos como los cristianos evangélicos (o protestantes) perdieron fieles (más los segundos), en contraste con el crecimiento de los "none".
Los estadounidenses que sí pertenecen a comunidades religiosas evangélicas, musulmanas o católicas sostienen que las iglesias e instituciones religiosas benefician a la sociedad con el fortalecimiento de los lazos comunitarios y la ayuda a los pobres.
Con el aumento de su número, los estadounidenses religiosos o espirituales que no practican ninguna fe religiosa son un segmento cada vez más importante del electorado de ese país.
Editado por: Protestante Digital 2013