Celda de sta Teresa |
Otro testimonio de resurreción más
cercana al siglo XXI es la resurreción de un niño de unos 15 años que se había muerto
sin confesar un pecado mortal. Al llegar San Juan Bosco, sacerdote
que practicaba severamente la mortificación y penitencia, obtuvo de Dios
el poder de resucitar al niño.
Cuando él resucitó le dijo a San Juan
Bosco y a sus padres que ya estaba a punto de caer en el infierno pero
que sintió que la Virgen María lo libraba porque le había rezado muchas
veces en la vida. Después de confesarse, San Juan Bosco le dio la
absolución de sus pecados y “el joven volvió a quedar muerto pero con la
feliz seguridad de que su alma estaba salvada para siempre” (Novena,
88).
Extracto de In Verso, de Flor L. López