*Aviso, Milagro y Castigo según Garabandal

La vidente Conchita
SEGUNDO MENSAJE
 18 de Junio de 1965
 El segundo y último mensaje, lo dió el Arcangel San Miguel en nombre
 de la Santísima Virgen, y dice así:
 "Como no se ha cumplido y no se ha hecho conocer al mundo mi
 mensaje del 18 de octubre, os diré que éste es el último. Antes la Copa
 se estaba llenando, ahora está rebosando. Los Sacerdotes, Obispos y
 Cardenales van muchos por el camino de la perdición y con ellos llevan
 muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se da menos importancia.
 Debemos evitar la ira de Dios con nuestros esfuerzos. Si pedis perdón
 con vuestras almas sinceras, El os perdonará. 
 Yo vuestra Madre, por intercesión del Arcangel San Miguel, os quiero
 decir que estais en los últimos avisos. Os quiero mucho y no quiero
 vuestra condenación. Pedidnos sinceramente, y nosotros os lo daremos.
 Debeis sacrificaros más. Pensad en la Pasión de Jesús."
EL AVISO
Se verá en el cielo desde todo el mundo, e inmediatamente
         será transmitido al interior de nuestras almas.
         Será un fenómeno astronómico semejante a un choque de
         estrellas, con mucho desprendimiento de luz, y ruido
  ensordecedor, pero no se nos caerá encima. 
         Será como el fuego, pero no quemará la carne, aunque se
         sentirá física e interiormente.
         Durará muy poco tiempo, pero sus efectos en el mundo serán
         grandes.
         No hay que temer la muerte, sino es por miedo, y en algún
         caso especial por la Misericordia de Dios.
         Cada uno verá en muy poco tiempo, como es su alma a la luz
         de la verdad de Dios, conocerá que El existe, y que ha estado
  presente en cada una de sus faltas.
         Será como un juicio en miniatuara.
         Dios espera, que con este acto de Su Misericordia
         enmendemos nuestros caminos y volvamos hacia El nuestras
  vidas. 
         Los que ya conocen y aman a Dios, se acercarán más a El.

EL MILAGRO
         Será un Milagro muy grande, mayor que el de Fátima, tan
         grande y espectacular como el mundo necesita.
         Se producirá en un intervalo menor de un año a partir del
         Aviso.
         Conchita sabe la fecha exacta, y deberá avisar con 8 días de
         antelación.
         Será visible en Garabandal y desde los montes circundantes.
         Será un jueves a las ocho y media de la tarde (hora española), coincidiendo con la festividad de un Santomártir de la Eucaristía.
         Coincidirá con un acontecimiento de la Iglesia poco usual, que
         no ha tenido lugar durante la vida de Conchita.

         Ocurrirá entre los meses de Marzo,Abril o Mayo, y entre los días 8
         y 16 ambos inclusive, del mes y año que esté destinado.
         Durará entre diez minutos y un cuarto de hora.
         No será preciso que los videntes estén presentes durante el
         acontecimiento.
         Los enfermos que estén presentes serán curados y los
         incrédulos recobrarán la fe.
         El P. Pío y el Papa lo verán donde estén.
         No habrá la menor duda que el acontecimiento es obra de
         Dios para nuestra salvación.
         El Milagro es tan impresionante, que moriríamos de felicidad
         sino se nos concediese una gracia especial al verlo.
         Al Padre Luis Mº Andreu se le concedió la gracia de ver el
         Milagro, y murió a los pocas horas invadido de una inmensa
  felicidad.

      Fruto del Gran Milagro, quedará una señal permanentemente
         visible en los Pinos de Garabandal hasta el fin del mundo.
EL CASTIGO
Nos dice
 Conchita textualmente: "Este futuro Milagro tendrá lugar antes del
 castigo, y si el mundo cambia no habrá castigo".
         De suceder, perecerán las dos terceras partes de la
         humanidad, y la que se salve preferirá haber muerto antes de
  enfrentarse al panorama.
         De los supervivientes muchos se convertirán y se iniciará un
         periodo para la humanidad en que reine la paz y el amor. 
         Si empezamos ya el periodo de paz y amor, no habrá castigo. 
         Son los tiempos finales, no el fin del mundo.