*El cristianismo de Oriente Medio está desapareciendo

Un periodista de El País
 Jorge Marirrodriga, periodista y editor jefe de la edición América de El País, reflexionó sobre las persecuciones religiosas y el tratamiento que estas reciben en los medios de comunicación.

Comenzó valorando que “el siglo XX no es para estar orgulloso, y lo que llevamos de XXI, tampoco. El siglo XX es el siglo de la persecución religiosa en todo el mundo”, afirmó. “Se calcula que han muerto más cristianos perseguidos en el siglo XX que en los 19 anteriores”.

Marirrodriga considera que se da una escasa cobertura a esta realidad en los medios, “salvo hechos muy puntuales”.

Esto, a su juicio, es porque la información religiosa es “incómoda” por dos tipos de razones. Las primeras son prácticas: “Vivimos en una sociedad en la que lo que cuenta es el estímulo inmediato y nos cansamos a los diez minutos de lo demás. La información constante en el tiempo tiende a perder interés”.

Las segundas son ideológicas: “Desde hace 200 años hay una pugna en Occidente entre un sector que considera que la religión debe quedar relegada al ámbito privado –y cuanto más privado mejor- y otro que piensa que debe salir a la esfera pública”. Y esta división, indica, no es ajena a los medios de comunicación.



La "burbuja" de Occidente
En cuanto a la situación de la libertad religiosa en el mundo, Marirrodriga, que ha trabajado como periodista en Oriente Medio, considera que “Occidente vive en una especie de burbuja”.

Pone como ejemplo la diferencia entre acudir a un templo en España, donde no supone un riesgo, y hacerlo en otras ciudades del mundo, donde “no todos los que van al templo saben si van a volver con vida”.

De su paso por Siria e Irak destaca la “inmensa riqueza cultural”, entendiendo por tal la “humana”, que existe en estos dos países. “Uno no se da cuenta del abanico del cristianismo hasta que no va a Oriente Medio, y el cristianismo de Oriente Medio está desapareciendo a marchas forzadas”, se lamenta.

El asilo político
Por último participó el abogado y profesor de la Universidad San Pablo CEU Ricardo Ruiz de la Serna, quien disertó sobre la figura jurídica del asilo político. Este indicó que esta forma de protección está concebida “para personas singulares”, y no para “colectivos”. Por lo tanto, consideró, es una figura que “se presta mal a campañas de comunicación”.

El asilo político está originariamente pensado para la “persecución política”, y no para la religiosa. Por eso podemos saber “cuántos opositores cubanos han solicitado asilo, pero no cuántos cristianos perseguidos”. Que un cristiano viva en un país que sufre persecución religiosa no constituye una “prueba suficiente jurídicamente hablando”. Por eso, concluye, “a veces el asilo político no es la mejor opción”.


ReL, 20 diciembre 2013