*La Virgen: la TV os está destruyendo



VIRGEN DE CROSÍA, ITALIA


Los mensajes van dirigidos a la Iglesia, a los grandes, a todos. Según Vincenzo el mensaje principal es el de crear el Paraíso en la tierra, el retorno de la humanidad a Dios. Y el vidente acota: "El Paraíso está dentro nuestro cuando amamos."Son llamados urgentísimos de conversión. Llamados a la oración, a la penitencia, al ayuno. Antes de la llegada del Señor tenemos necesidad de ser purificados. El mundo necesita purificarse, la Iglesia necesita purificarse. María viene a guiarnos y a preservamos en el camino, a acompañamos por la vía dolorosa. Viene a damos la seguridad que no nos abandona....

“No temáis, que estáis recorriendo este camino de oscuridad conmigo. Jamás os abatáis. Este mundo se aleja de Dios cada vez más. Llevad a todas partes mi luz.”
“El mundo marcha hacia su aniquilamiento. Habrá dolor pero también dolor de esperanza, dolor de alumbramiento. El mundo tiene -dice la Virgen- una gran necesidad de apóstoles que sean contemplativos y testigos, y no de teólogos de mesa, que no oran su teología y que no ponen en práctica en sus vidas lo que pregonan, o de quienes en la Iglesia hacen sociología.”

A sus hijos, los que escuchan y viven sus mensajes, les dice: “Vosotros sois antorchas para la humanidad. Arded, arded porque vosotros y yo, juntos, haremos un fuego que subirá al cielo e iluminará a toda la humanidad. Ha llegado el tiempo en que debéis hacer vuestras obras.”
A Anna, el 27 de noviembre de 1993 le dice: “Gritad y anunciad a todos mis hijos que el camino se aproxima. Mi Hijo Jesús llegará. Os estoy preparando. ¡Proclamad a alta voz en el mundo la Venida de mi Hijo!. .. Quiero que mis hijos se acerquen y lean mi mensaje de misericordia. Os protejo con mi manto; ¡Arrimaos a mi Corazón Inmaculado!"

Les recuerda a los hijos que “Aún si estáis en el mundo no seréis de él.”

Y luego:
“Os distinguiréis por esto: amaréis a vuestro prójimo; ayudaréis a quien os hizo mal, amaréis con amor a vuestros amigos; levantaréis al que cae, y si haréis todo ello, entonces, seréis dichosos".
Con las mismas palabras que empleó en Medjugorje, repite en Crosía:
“Quiero que me obedezcáis y no le permitais a Satanás que os seduzca. Os amo y por eso pido vuestras oraciones. Quiero que sepáis que Satanás es fuerte y que quiere, con todas sus energías, destruir los planes que he realizado para vosotros. No os preocupéis, hijitos, si oráis Satanás no podrá haceros ningún mal, ni mínimamente. ¡Orad, orad, orad!”.
El Evangelio debe ser revalorizado, o sea proclamado y vivido. Y nos dirá que la actitud de escucha debe ser como la de los niños que están abiertos al conocimiento sin pretensión de saber. Debemos ser permeables, disponibles a la Palabra que viene de lo Alto.

“Escuchádme, hombres, con simplicidad. Si os volvéis pequeños, entonces me escucharéis.”Una constante de todas las apariciones marianas es la preocupación que la Virgen manifiesta por la juventud.

EI 23 de noviembre de 1990, Ella se presenta como Madre de la Esperanza y dice: “La juventud será la más golpeada en la lucha espiritual que dentro de poco las tinieblas desencadenarán sobre la tierra. Habrá una guerra despiadada, donde la Ley del amor será por muchos olvidada, al punto de que las madres no reconocerán a sus propios hijos; los aplastarán tronchándoles la vida.”

Finaliza su mensaje diciendo: “Los hombres, con el afán de llegar a descubrir más de lo que ya conocen, ofenden las leyes de la moral que el Señor puso en la naturaleza.”

A la misma Anna, la Madre de todas las madres le dirá el 26 de enero de 1994:
"¡Hijos, son tantas las almas que están matando! Mi Corazón llora cuando veo a las chicas que van a abortar... Acercaos al Santísimo, pidiéndole perdón a Dios y orando mucho. Ciertamente que en el aborto hay una vida, biológica, que muere. Esto es así, pero no es todo, porque ¡un alma -de quien aborta-, está muriendo para Dios! Que nadie tarde en arrepentirse y en acudir al Señor de la misericordia, para su perdón.”
Dirá la Virgen, a propósito de las familias:
“Poned a Dios en vuestras familias, sabed que Dios trae la paz. Hay mucha necesidad de oración. Orad, orad. Orad por la paz. Queridos hijos, el día de la cosecha está próximo. Las espigas de trigo están ya doradas por el sol. Os pido que no os hagáis tentar por las personas que os están cerca. Pensad en llevar a todos la paz, no tengáis enemigos, no odiéis a nadie. No penséis en cuánto mal hacen los otros, sino que miraos a vosotros mismos y ved si a vuestras vidas vosotros las conducís mejor que los otros. ¡No seais personas que odian o de guerra!.
Amar no significa querer a una persona sino querer a todos, aun a aquellos que os hacen el mal. Orad y haced mucha penitencia. Arrepentíos de todo el mal que habéis hecho. Orad por la Iglesia, porque Satanás está a sus puertas y está haciendo cosas terribles. ¡Orad!.
Haced orar a los pequeños, especialmente a las ocho de la noche. Sus oraciones llegan más a Dios, porque son dichas en inocencia y humildad. Deseo invitaros al amor fraterno ya vivir en la presencia de Dios. Antes de cada comida lo primero que debéis hacer es agradecer a Dios por lo que tenéis. Pensad en vuestros hermanos que mueren de hambre y que viven en la pobreza más profunda.
Orad por los niños huérfanos. Orad por todos los niños que mueren por el aborto porque tienen hambre (de justicia).Si veis a quienes están penando, en el dolor, si veis personas perturbadas, personas sin fe, llevadles la alegría; transmitidles la alegría por medio de Cristo Jesús.
Y todo lo que hagáis, hacedlo siempre en el nombre de JesuCristo y de la Santísima Trinidad.”

“Convertíos, queridos hijos, y seguid al Evangelio. A quienes divulguen la devoción a mi Inmaculado Corazón les prometo gracias particulares.
Yo soy la Madre Mediadora universal. Convertíos porque ello os devuelve la inocencia perdida y porque el gozo mayor para Dios es el perdón. Por ello, pedid y os será dado. Golpead y os será abierto. Estad siempre en oración.
Mi luz ilumina vuestros corazones. Orad por los enfermos y por todos los que sufren. Rogad por ellos, porque mucho lo necesitan. Quiero para todos vosotros la Paz. Shalom... Shalom... Shalom.”
“Os pido que todos los jueves adoréis al Santísimo Sacramento del altar. Cuando mi Hijo está expuesto en el altar permanece en medio vuestro y lee en todos los corazones.
Vuestras oraciones llegan a sus oídos porque vosotros habéis satisfecho las mías. Cuando los fieles están en adoración yo estoy siempre presente, en ese momento se obtienen todas las gracias.”
“Es mi deseo que además del viernes ayunéis el miércoles pero que lo haga sólo el que desee hacerlo. (Este mensaje lo dio separadamente a Anna y a Vincenzo.)
Cuando ayunéis no hagáis como los hipócritas que corren a contarlo a todo el mundo y ostentan sufrimiento. El ayuno debe ser hecho en silencio, solamente Dios lo debe ver, sólo Él deberá juzgar.
Yo llamo al arrepentimiento por los pecados que habéis cometido, a la oración, al ayuno.”

“Quiero que todos os encaminéis hacia la santidad. Satanás os pondrá obstáculos pero venceréis. Amad al Santo Padre, porque fue elegido por Dios.
Pero, por sobre todo, amad a mi Hijo porque os ha dado su propia Sangre Para lavar vuestros pecados y para llevar la Paz a todo el mundo: esa Paz que yo espero desde hace tanto tiempo.”

“Desde hace mucho tiempo que habéis dejado de lado la eucaristía, que es lo más importante. Sólo en ella podrá vuestra alma reposar. La verdadera fuente de agua viva es la eucaristía y solamente en ella podréis encontrar la alegría de vivir y de orar. La verdadera oración, la más grande oración es la santa misa.
No os separéis de la eucaristía porque sólo Él tiene el poder de convertir a las almas, sólo Él tiene el poder de dar calor a los corazones, sólo Él puede llevar la salvación a la humanidad.”

“Orad, convertíos, creed en el Evangelio.No estéis distraídos. La televisión os ha destruido. Por causa de la televisión ya no tenéis tiempo Para orar ni para hablar en familia. Apagad el televisor.”“Sin vosotros no podré salvar al mundo. Debéis Para ello ser ejemplo para los demás, orad primero vosotros Para que los otros puedan seguiros. Las oraciones no son para mí, yo no pido nada Para mí, sino Para la salvación del mundo".