*Por la oración y el ayuno podéis obtener cualquier cosa



El ayuno nos purifica el alma, el ayuno nos permite realmente dominar, tener el dominio de sí, fruto del Espíritu Santo.

La Virgen María dijo: "La Iglesia Católica olvidó el ayuno. Por la oración y el ayuno hijitos, pueden obtener cualquier cosa". ¿Desean la conversión de alguien de sus familias?, pónganse a orar, a ayunar y verán el cambio. 

Jesús lo había dicho en el Evangelio cuando regresaban sus discípulos: "no hemos podido sacar este demonio. Y Jesús dijo: hay demonios que solamente salen con la oración y el ayuno". Si quieren vivir en paz hijitos, háganse una vida sencilla. El ayuno repara, es muy poderoso en la intercesión.  

Hay muchos matrimonios que conozco que descubrieron en Medugorge el ayuno, y Miércoles y Viernes ayunan fielmente. No se trata de tener hambre, dice la Virgen, pueden beber agua. Verán la fuerza del ayuno en la transformación interior, si tienen problemas, rencores, amarguras, resentimientos contra personas y tienen problemas para reconciliarse; la Virgen nos dice: para reconcialirse hay que creer, orar, ayunar y confesarse. Todos los mensajes son muy sencillos y si tú los vives, actúa en ti el Espíritu Santo. 

Sor Emmanuel lo ha explicado de esta manera; "¿Por qué Satanás se debilita tanto cuando nosotros ayunamos? En el momento en que ofrecemos a Dios algo relacionado con nuestro cuerpo, podemos afirmar que realmente nos damos nosotros mismos. Dar dinero, tiempo, una buena palabra o involucrarse en algún servicio es fácil. Mientras que ayunar concierne no sólo a nuestro cuerpo, sino también algo vital. La comida es un asunto de sobrevivencia y está relacionada con hábitos profundamente arraigados. Como dijo alguna vez el Padre Slavko: 'El ayuno nos revela aquellas cosas de las que dependemos'. El ayuno a pan y agua enciende luces de emergencia: ¡Café! ¡Cigarrillos! ¡Vino! ¡Chocolate! Ahora bien, María no viene a señalarnos nuestras dependencias, Ella viene a fin de que podamos ser libres, de que seamos liberados. El ayuno nos revela hasta qué grado dependemos de nuestro horario diario. Cuando yo comencé a ayunar, lo primero que descubrí fue la alegría de la libertad: comer o no comer daba lo mismo."

Y ciertamente, cuando ayunamos hacemos a un lado muchas cosas en nuestra vida que podrían ser herramientas del enemigo. Le arrebatamos esos puntos de entrada a nuestro corazón y en vez de ello le damos a Dios lugar en nuestro interior.

Entregar parte de nuestros cuerpos es un signo de entrega real a Dios. De alguna manera, el ayuno crea un vacío, un espacio en nuestra alma, en nuestro cuerpo, en nuestro corazón. Al abstenernos de comer, surge un espacio libre que Dios puede ocupar como nunca antes. Dios habitará este nuevo lugar en nuestra vida. Por eso es que la gente que ayuna tiene una sensibilidad y agudeza espiritual muy especial. Si Dios está presente en un alma, Satanás no puede entrar. Así que el ayuno realmente nos fortalece contra el mal.