*30 años de Purgatorio por oponerse a la vocación de su hija

The Great Easter VigilUna mujer me dijo: He debido estar 30 años de purgatorio por no haber dejado ir al convento a mi hija. Por eso, debemos pensar en la grave responsabilidad de los padres que no consienten la vocación sacerdotal o religiosa de sus hijos. Nadie tiene derecho a rectificar los planes que Dios ha trazado para cada uno desde toda la eternidad.
Otro día se me presentó un alma y me dijo: ¿Me conoces?. Yo le dije que no. Él respondió: Pero tú me has visto. En 1932 hiciste un viaje en tren y yo era tu compañero de viaje.

Entonces, me acordé muy bien de ese hombre, orgulloso, que había criticado en voz alta a la Iglesia y a la religión. Yo tenía 17 años y le respondí como pude. Él me dijo: Tú eres demasiado joven para darme lecciones. Cuando bajé del tren, le dije al Señor: Señor, no permitas que este hombre se pierda. Y esta oración lo había salvado. ¡Cuánto puede hacer la oración, aunque sea pequeña, pero hecha con fe! ¡Cuánto valen las obras de caridad para los demás!

Un día, un alma se me apareció con un balde vacío. Le pregunté por qué lo llevaba y me dijo. Es mi llave del paraíso. No he rezado mucho durante la vida, iba raramente a la Iglesia, pero una vez por Navidad limpié gratuitamente la casa de una pobre anciana y eso fue mi salvación. 


María Simma