*El testamento de Francisco Franco



En su habitación del Palacio de El Pardo, Franco mandó a construir una capillita de palo santo para albergar la reliquia de la mano incorrupta de Santa Teresa de Jesús, ante el cual se arrodillaba cada día para encomendarse a él mismo y a España. Colocó la reliquia de la Santa Carmelita de manera que la pudiese contemplar desde el lecho, de esta manera se sentía acompañado y protegido por aquella carmelita que tanta santidad sembró por España y por el Orbe Católico.