A Dios lo que es de Dios, 2012
Tantas y tantas almas como pueblan el Planeta Tierra y tantas y tantas que se llevará Satanás. Yo, Jesús, os hablo.
Mis Ángeles celestiales claman de dolor al ver que las almas en la Tierra os olvidáis de Mi Evangelio camino de salvación eterna, que lo despreciáis, lo arrinconáis, lo ignoráis.
Esto es tan necio como si un conductor no hiciera caso de las señales
de tráfico y condujera por caminos prohibidos a riesgo de estrellarse y dejar la vida en la carretera que escogió. Yo, Jesús, os hablo.
Hijos, no sé
en que idioma hablaros. Os hablo en clave de amor y os desentendeis, os
hablo en clave de misericordia y la eludís, os hablo en clave de verdad
diciendoos que podéis perderos eternamente si no enmendáis vuestras
vidas, y tampoco reaccionáis. Hijos, que dolor para nuestros dos
Corazones, el de Mi Madre y el Mío, que tanto interceden por vosotros y
que os esperamos con los brazos abiertos.
Vivís una vida
carente totalmente de espiritualidad, sin fe, ni esperanza, con mentes
materialistas y deseos terrenales, invirtiendo todas vuestras fuerzas en
asuntos personales y terrenales
que se esfumaran con el tiempo, pendientes solo de vuestros deseos y
satisfacciones. Educáis a los hijos sin principios morales y eternos,
solo los preparáis bien para esta vida, pero omitís hablarles de nada
que tenga que ver con
Dios, con los Mandamientos y Mi Evangelio, y así, ellos luego hacen lo
mismo con su prole. ¡¡Insensatos!! ¿Cómo podéis estar tan ciegos
viviendo fuera de Mis leyes y aun creer que sois buenos? No, hijos, no
escapareis a Mi justicia divina, y aunque os salgan bien las cosas en
esta vida no quiere decir que os vayan a salir bien en la otra.
Preparad vuestras almas para la Vida Eterna y preparad a vuestros hijos, porque ya de pequeños os dominan. Ved Mi Precursor Juan Bautista que fue mártir de la verdad y ahí está glorioso en la Gloria Celestial. Vosotros hijos, sois esclavos de la mentira, del pecado, del mal y vivís y dormís tan tranquilos.