*Los ángeles me entregan vuestras súplicas


Agosto 20/07 a Agustín del Divino Corazón. Ante el Sagrario.
Jesús dice:


Yo soy aquel que un día nació en una humilde pesebrera a la intemperie y al frío de la noche.
Soy aquel hijo del humilde carpintero y de la sencilla aldeana María.
Soy aquel que se estuvo preparando durante 30 años para cumplir su misión durante 3 años.
Soy aquel que en su tierra no pudo hacer muchos milagros porque nadie es profeta en su lugar de origen.
Soy aquel que un día fue bautizado por Juan y recibió la unción del Espíritu Santo abriéndose los cielos y escuchándose la voz de mi “Este es mi Hijo amado”.
Soy aquel que multiplicó panes y peces y dio de comer a multitudes.
Soy aquel que con mirada de compasión liberó al endemoniado de Gerasa.
Soy aquel que invitó a nacer de nuevo al viejo Nicodemo.


Soy aquel que un día os llamó a vosotros a dejar la vida de comodidad para dar paso a las exigencias de mi amor.
Soy aquel que ha enternecido vuestros corazones y os ha abrigado en la calidez de mi aliento.
Soy aquel que os escucha atentamente cada vez que os acercáis a hacerme compañía en la soledad de mi dulce prisión.
Soy el Divino Maestro que enseñó a sus apóstoles y hoy os instruye a vosotros para que crezcáis en santidad.


Orad incesantemente meditando mi Palabra, Palabra que debe calar en el corazón como dulce miel en el panal.
Soportad con paciencia las vejaciones de vuestro prójimo y orad por ellos. Guardad silencio de todo lo que os acontezca y entregadme todo a Mí, que Yo purificaré cada acontecimiento de vuestras vidas.
Descargad en Mí vuestras preocupaciones para hacerlas mías y daros reposo en vuestras inquietudes.
Invitad a la corte celestial a orar con vosotros y recibiréis lluvia de bendiciones.
Ofreced vuestros trabajos para gloria de mi Nombre y así recibiréis mayores méritos.
Orad por las almas del purgatorio ofreciendo Eucaristías y sacrificios por ellas y así haréis la mayor obra de caridad que podréis ejercitar a favor de las almas.


Haceos buenos amigos de vuestros Santos Ángeles de la guarda y ellos sutilmente me entregarán en copones de oro vuestras oraciones y súplicas.
Recorred el camino que un día anduve y así se os abrirán las puertas de los cielos.


Acercaos a mi Madre que ella os acercará a Mí como pequeños que apenas empiezan a dar sus primeros pasos. Practicad sus divinas virtudes y así recibiréis la blancura y hermosura de vuestras almas.
Amad intensamente, ya que el amor es un arma poderosa para derrotar al enemigo.
Yo soy el amor de vuestras vidas, venid a Mí que os  espero con ternura de Padre para daros mi amor.