3.977 – Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz, transmitido el 10/05/2014 a Pedro Regis, Anguera, Brasil
Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y bien sabéis lo mucho que una Madre ama a sus hijos. Os pido que os apartéis de todo pecado y que en todo procuréis imitar a Mi Hijo Jesús. Yo necesito de cada uno de vosotros. No retrocedáis. Anunciad a todos Mis Apelos (llamadas).
La humanidad está apartada del Creador, y cada vez más cerca de un gran abismo.
Rezad con fervor el Santo Rosario. Buscad en el Evangelio de Mi Jesús orientación para vuestras vidas. Dejad que las Palabras de Mi Jesús os transformen. Escuchad con atención Mis Apelos. Vivís en el tiempo de la gran batalla espiritual.
Estad atentos: Días difíciles vendrán para la humanidad. Los fieles serán perseguidos, juzgados y condenados. Sufro por aquello que viene para vosotros.
No vine del Cielo en juego. Lo que os digo debe ser tomado en serio. Yo os amo como sois y quiero ayudaros. Sed dóciles. Aquellos que permanezcan fieles hasta el final serán salvos. Adelante sin miedo.
Éste es el Mensaje que hoy os transmito en Nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberMe permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en Paz.
Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y bien sabéis lo mucho que una Madre ama a sus hijos. Os pido que os apartéis de todo pecado y que en todo procuréis imitar a Mi Hijo Jesús. Yo necesito de cada uno de vosotros. No retrocedáis. Anunciad a todos Mis Apelos (llamadas).
La humanidad está apartada del Creador, y cada vez más cerca de un gran abismo.
Rezad con fervor el Santo Rosario. Buscad en el Evangelio de Mi Jesús orientación para vuestras vidas. Dejad que las Palabras de Mi Jesús os transformen. Escuchad con atención Mis Apelos. Vivís en el tiempo de la gran batalla espiritual.
Estad atentos: Días difíciles vendrán para la humanidad. Los fieles serán perseguidos, juzgados y condenados. Sufro por aquello que viene para vosotros.
No vine del Cielo en juego. Lo que os digo debe ser tomado en serio. Yo os amo como sois y quiero ayudaros. Sed dóciles. Aquellos que permanezcan fieles hasta el final serán salvos. Adelante sin miedo.
Éste es el Mensaje que hoy os transmito en Nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberMe permitido reuniros aquí por una vez más. Yo os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en Paz.