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*There be dragons: descubrí que puedo ser santo
Testimonio de D. S., Estados Unidos 23 de enero de 2014
Antes de entrar en el Ejército del Aire,
cuando estudiaba bachillerato, no tenía apenas fe. Fue gracias a mi
abuela que me acerqué a Dios. Todos los viernes, mis abuelos nos
invitaban a mi madre, hermanos, tíos y primos a cenar en familia. Mi
abuela estaba gravemente enferma, luchando contra tres tipos diferentes
de cáncer a la vez. Era una mujer de fe, muy devota de la Virgen de Fátima. Un día nos invitaron a rezar el Rosario,
y fue ahí cuando descubrí la fe, también al ver a mi abuela, una mujer
sencilla que estaba pasando por tanto dolor pero sumamente alegre. Tal
vez esa era la manera que tuvo Dios de abrir mi corazón. El amor que
estaba buscando me vino enseguida al encuentro.
Poco después entré en el Ejército y allí hice otro descubrimiento: puedo ser santo en medio del mundo. A menudo leía un periódico on line distribuido por la EWTN. Un día, ojeándolo, vi un anuncio sobre una nueva película,“Encontrarás dragones”,
que se estrenaba en unos pocos cines. Me sorprendió porque parecía una
buena película. Pedí permiso un día en el ejército para ir a verla.
Quedé impresionado. Allí descubrí a san Josemaría y
el mensaje de la santidad en medio de los quehaceres de cada día. Sólo
haciendo las cosas ordinarias. Nunca se me había ocurrido que a través
de nuestras acciones y el arrepentimiento, por nuestra diligencia en
esas cosas, es posible alcanzar el cielo.