*Los Prodigios de Dios sólo están reservado a los obedientes


Mensajes a Marga. Jesús 8/10/2009:

Asunto: Sobre los Demonios.

Mirad, se vienen días de lucha, de lucha muy cruenta. La batalla están siendo ya sangrienta, y llegará a su cenit.
Muchos de vosotros, los fieles, sucumbirán. Sí, hija, qué dolor para vosotros y para Mí verles.
Lo harán quienes no obedezcan.
El primer reto es el de desbancar al Demonio de en medio de vosotros.
Esto supone para vosotros un reto y una lucha, y que cada uno medite en su interior a qué me refiero con esto para él.
Hay unos demonios que actúan en medio de vosotros.
Hay demonios personales: miedos, angustias, rebeldías, desobediencias, pecados enraizados...
Hay demonios instalados entre vuestros familiares, los que os hacen la guerra. En mayor o menor medida. Y ésta es la mayor cruz personal que podéis tener a nivel afectivo.
Hay demonios atacando desde fuera de una u otra forma.
Estáis en Guerra. Ésta es la Guerra.
Tenéis que impedir que el Enemigo se vuelva poderoso y se enraíce en todos estos frentes contra vosotros. Ese es el mayor reto que tenéis y el primero.

¿Cómo se puede desbancar? ¿Cómo lucharéis contra ello?
Mirad: en vosotros primero. Que nadie procure dar la batalla fuera, si antes no la ha dado dentro. Saldría al campo desprovisto de las armas, y caería en el primer embate.
Esta es la razón por la que algunos que han pretendido solucionar problemas externos a ellos y se han metido sin antes solucionar los propios, ya no están.

¡Primero dad la batalla dentro!, en vosotros, en vuestras almas. Desbancad al Demonio de dentro de vosotros.
Tened un corazón puro, donde no quepa el odio ni las malas obras. Donde sólo esté el amor. Similar al de mi Madre.

Haced caso a los Mensajes. Ahí podréis ver claramente lo que tenéis que hacer.
Y después de verlo, poneos en marcha y realizadlo en vuestras vidas. Con actos concretos, no sólo con palabras y así alcanzaréis la Paz.

A todos estos frentes podréis “hacerles frente” si estáis unidos a Mí.
Una vez superados estos retos que se os plantean actualmente –y su logro tiene que ser inmediato-, os podré lanzar a la conquista de las almas para el Reino Nuevo.
Este Camino es maravilloso, hija. Podréis ver los Prodigios de Dios. Pero sólo os está reservado para los obedientes.

Que ninguno que no obedezca quiera formar parte de mis elegidos para conducir a las almas por la Gran Tribulación hacia el Reino Nuevo.

Mirad al Ladrón rondándoos ávido y rabioso. En algunos ya ha entrado: ¡echadle! ¡Echadle!