¡Esto es horrible! ¡Nuestro Dios, pisoteado en nuestras iglesias!

Mons. Schneider: habrá una división en la Iglesia

Si esto continúa, se dividirán los fieles a la fe de su bautismo y los que no lo son

El Catholich Herald publicó  en su edición del pasado 30 de mayo de 2014 una entrevista con el Obispo Athanasius Schneider realizada por la periodista Sarah Atkinson. 

Entrevista con el  Obispo Athanasius Schneider, Obispo Auxiliar de Astana, Kazajistán.

Mons Schneider: Por mi conocimiento y experiencia, la herida más profunda de la crisis actual de la Iglesia es la herida eucarística; los abusos del Santísimo Sacramento. Muchas personas están recibiendo la Sagrada Comunión en un estado objetivo de pecado mortal … Esto se está extendiendo en la Iglesia, especialmente en el mundo occidental. Hay gente que muy rara vez van a la Santa Comunión con una preparación suficiente. Algunas personas que acuden a la Santa Comunión viven en situaciones morales irregulares, que no se corresponden con el Evangelio. Parejas amancebadas, divorciados vueltos a casar, casados por lo civil, los cuales sin embargo van a recibir la Santa Comunión. Creo que esta es una situación muy, muy grave.

También está la cuestión de la recepción objetivamente irreverente de la Sagrada Comunión. La denominada nueva manera moderna de recibir la Sagrada Comunión directamente en la mano es muy grave, ya que expone a Cristo a una enorme banalidad, por no hablar del hecho grave de la pérdida de fragmentos eucarísticos. Nadie puede negar esto. Y los fragmentos de la hostia consagrada son aplastados por los pies. ¡Esto es horrible! ¡Nuestro Dios, pisoteado en nuestras iglesias! Nadie puede negarlo.

Y esto está sucediendo a gran escala. Para una persona con fe y amor a Dios es un fenómeno muy grave. No podemos seguir como si Jesús como Dios no existiera, como si sólo existiera el pan. Esta práctica moderna de la Comunión en la mano no tiene nada que ver con la práctica de la Iglesia antigua. La práctica moderna de la recepción de la Comunión en la mano contribuye gradualmente a la pérdida de la fe católica en la presencia real y de la transubstanciación. Un sacerdote y un obispo no pueden decir que esta práctica no está mal. Aquí está en juego lo más santo, lo más divino y concreto que hay en la tierra.

Pregunta: ¿No considera que usted está sólo defendiendo esto?

Mons Schneider: Estoy realmente triste sintiéndome como alguien gritando en el desierto. La crisis eucarística por el uso moderno de la Comunión en la mano es tan evidente. No es una exageración. Es hora de que los obispos eleven sus voces por Jesús Eucarístico, quien no tiene voz para defenderse. Esto es un ataque contra el Santo de los santos, un ataque a la fe eucarística.

Por supuesto que hay personas que reciben la Santa Comunión en la mano con mucha devoción y fe, pero son una minoría. La gran masa, sin embargo, están perdiendo la fe a través de esta forma tan banal de tomar la Santa Comunión como si fuera un alimento común, como una patata o un pastel. Tal manera de recibir la sagrada comunión aquí en la tierra no es sagrada, y destruye con el tiempo la profunda toma de conciencia y la fe católica en la presencia real y  la transubstanciación.

Pregunta: ¿está yendo la Iglesia en la dirección opuesta hacia la que usted va?

Mons Schneider: Parece que la mayor parte del clero y los obispos están contentos con este uso moderno de la Comunión en la mano y no se dan cuenta de los peligros reales relacionados con esta práctica. Para mí esto es increíble. ¿Cómo es posible esto, cuando Jesús está presente en cada partícula de la Hostia? Un sacerdote y un obispo deben decir: “Tengo que hacer algo, por lo menos para reducir gradualmente esto. Haré todo lo que pueda hacer”. Lamentablemente, sin embargo, son miembros del clero los que están haciendo propaganda del uso moderno de la Comunión en la mano y, a veces, prohíben recibir la Comunión en la boca y de rodillas. Incluso hay sacerdotes que discriminan a los que se arrodillan para recibir la Santa Comunión. Esto es muy, muy triste.

También hay un robo cada vez mayor de Hostias a causa de la distribución de la Comunión directamente en la mano. Hay una red, un negocio, del robo de Sagradas Hostias y esto se ve grandemente muy facilitado por la Comunión en la mano.

¿Por qué yo, como sacerdote y obispo, expongo a Nuestro Señor a tal peligro, a tal riesgo? Cuando estos obispos o sacerdotes [que aprueban de la Comunión en la mano] tienen algún objeto de valor nunca lo exponen a un gran peligro de que se pierde o sea robado. Protegen su casa, pero que no protegen a Jesús y permiten que sea robado fácilmente.


Traducido por Adelante la Fe

Fuente: Infovaticana