12 de agosto 1993. Jesús a Valentina Papagna, SidneyDurante mis oraciones de la mañana, el Señor Jesús se apareció. Parecía muy triste mientras sostenía su mano en el pecho y le preguntó: "¿Por qué siempre señalo hacia mi corazón?"
Dos rayos de luz salían de cada lado de su Sagrado Corazón. Él continuó, "Hija mía, quiero que le digas a la gente que saque la imagen de mi Divina Misericordia de sus cajones y la coloquen en la pared donde sea reconocido y esté bien visible en sus hogares, diles que recen y me pidan mi misericordia y el perdón de los pecados, todos los días. El tiempo se agota, también Mi Misericordia. Diles que supliquen perdón y misericordia, para sí mismos y para el mundo. Es un mundo tan pecaminoso el de hoy como nunca antes lo ha sido en la historia de la humanidad. Dile a la gente que mi justicia está cerca ".
Concluyó diciendo: "Te lo ruego. Mi Hija, transmite este mensaje a todas las personas que entren en contacto contigo.
Os bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. Le respondí: "Gracias. Mi Señor Jesús! "