El impostor y el mundo

A Y María del Getsemaní. México

Jesús:  
Mis Niños, ¿cuántas de las enfermedades que tanto os hacen sufrir son creadas por la misma tecnología que adoráis como si fuese un Dios? ¿No adoráis aún más al televisor que a vuestro Dios? ¿Cuanto tiempo y dedicación dais a este aparato y cuanto al Padre Amado? ¿Defendéis vuestro tiempo de oración como el dedicado al televisor? ¿Seguís la Santa Misa con el fervor que un programa televisivo? Con vuestra respuesta podréis comprender y saber quien es vuestro Amado Dios.

Los alimentos que consumís están llenos de tóxicos creados por las compañías que os los venden y eso es lo que os enferma, ¿y culpáis a Mi Padre? Estas enfermedades que han sido creadas por el hombre mismo en laboratorios para matar a pueblos enteros. Estos mismos hombres son los que han encumbrado al Anticristo, que lo poco que quede (en él) de hombre será absorbido por el mal y nada de humanidad quedará en él.  Aún tiene por delante años de poder total, ¿qué no hará, Mis Niños…?; pero con vuestra alma en Mis Santas Manos, nada puede haceros, si no le entregáis vuestra obediencia.

Resistid y refugiaos en Mí que no son sólo guerras fratricidas sino enfermedades, guerras químicas, atómicas las que se os vienen encima. Todo esto depende de un solo hombre, ¿cuando, en la historia de la humanidad, un solo hombre había tenido tanto poder? Preguntaos esto y después poneos a dudar de Mi Advertencia, ¿Cuándo?