Salvar Almas en estos Últimos Tiempos

Jesús a Marga, 2012 

La humanidad se convulsiona. SON las convulsiones del endemoniado, antes de expulsar al Demonio que lleva dentro.

En vosotros, se da cada vez más la diferencia entre el bien y el mal. Los que siguen el bien y los que siguen el mal.

A veces, entre los del mal, VUESTROS hermanos os SACAN las manos, para que les saquéis con fuerza de ahí. Sed rescatadores de estos vuestros hermanos que os piden ayuda.

SÓLO rezad por los que veis empecinados en seguir su camino.
A MENUDO, lo que les impide salir de ahí, es el miedo. Satanás les ha metido el miedo contra Dios. Creen que Dios no les podrá perdonar, porque ellos no se perdonan a sí mismos. Creen que no los podrá PERDONAR, y sólo emplean su tiempo en escapar huyendo de Él. Dejadlos. Sólo rezad por ellos. 

Salvad, eso sí, a los que se dejan salvar.
De en medio de la ciénaga, gritan pidiéndoos ayuda. Alzan sus manos y piden una mano amiga que les quiera sanar. Que gaste su tiempo en ellos. Sanadles. Sed sanadores de vuestros hermanos.

Otros, como si de un golpe fueran sacados del sopor, vuelven a la Vida. Pero, aturdidos, no saben qué camino tomar. Mostrádselo vosotros.
Tenéis mucha responsabilidad. Porque sois portadores de la fe a vuestros hermanos.

(...)
Es el sufrimiento ofrecido lo que realmente me da almas.