Casi todos van al Infierno por pecados de la carne

Mensajes a Barnabé Nwoye, Nigeria

Jesús:

“La Santa Misa, Mi camino al Calvario por vuestra redención, está siendo convertida por el enemigo en un mero servicio”.

“Mi agonía es grande cuando veo a muchos de Mis Sacerdotes que permiten que manos no consagradas repartan Mi Sagrado Cuerpo y Sangre… Mi agonía es grande cuando veo gente recibiendo la Santa Comunión en la mano…” 

“Mi agonía es grande cuando veo Mi Santo Templo profanado: echan fuera la Gloria de Dios. Hijo, la abominación desastrosa ha invadido la Iglesia, se ha sentado en el Lugar Santo…”

“Mi agonía es grande al ver el plan del maligno, de destruir Mi Iglesia con la ordenación de mujeres como sacerdotes. Mi agonía es grande al ver como el enemigo llena los corazones de Mis Sacerdotes con el deseo infernal de casarse…

“Mi agonía es grande al ver los millones de almas que mueren diariamente, y casi todas van al Infierno a causa de los pecados de la carne. Hijo Mío, sufro aún más por el río de sangre de los bebés no nacidos, que se aumenta cada día. Esta sangre conmueve al Cielo más que la sangre de Abel!” Jesucristo, 12 de noviembre. 1999, en un extenso llamado a hacer reparación por los pecados por los cuales continúa agonizando en nuestro tiempo.

*Nota: Respecto a la comunión en la mano, el Papa Juan Pablo II declara:
“¡Cuan elocuentemente nos habla el rito de la unción de las manos de los sacerdotes en nuestra ordenación Latina, de que una gracia especial y el poder del Espíritu Santo son necesarios precisamente para las manos Sacerdotales! Tocar las sagradas especies, y distribuirlas con sus propias manos es un privilegio de los ordenados”. (Dominicae Canae, 24 de febrero, 1980)
“No está permitido que los fieles por sí mismos tomen el pan consagrado y el sagrado cáliz, y menos aun que lo pasen de uno a otro” (lnaestimabile Donum, Jueves Santo, 3 de Abril 1980)

OBEDEZCAN A LA IGLESIA

Hijos, deben obedecer a la iglesia, no al maligno. Cualquiera que trate de destruir la Iglesia está contra Ella. La Iglesia es Mi Cuerpo. Les ruego no se peleen con mi clero Más bien, oren por ellos. Yo soy quien los escogió, y los puso donde están”. Jesucristo, 5 de Enero, 2000.