A los trece años viajó de Puerto Rico a Estados Unidos para dedicarse al narcotráfico. A
La asimetría de su rostro es testimonio de un hecho sobrenatural que desvió el proyectil que iba directo a su corazón. Denis Delgado, subdirector del Hogar Amparo para personas en situación de calle, ubicado en Bayamón, Puerto Rico, recibió a Protestante Digital y compartió su historia. “¿Quién iba a sospechar de un niño de siete años? Me utilizaban para ´hacer mandados´: yo buscaba la droga en el ´punto´ y ellos me daban golosinas”, relata hoy, a los 47 años, recordando una niñez en la que pasaba más tiempo en calle que en casa, huyendo de la violencia de su padre que era alcohólico. “Le
NARCO EN NY Con sólo 13 años, Denis aterrizó en New York en pleno invierno. “Estaba nevando y al bajar del avión quedé congelado con mi polo de manga corta”, recuerda. Los narcos lo instalaron en un departamento en Brooklyn y le dieron las indicaciones para “entregar un bulto y recoger otro” en distintas partes de la ciudad. “
Para conseguir su objetivo, se asoció con un joven mayor que él y comenzaron a asaltar locales comerciales, casas particulares, puestos de gasolina. “Mi compañero olía mucho ´perico´ pero yo sólo consumía marihuana”, afirma. En un episodio de guerra entre ´gangas´ (bandas juveniles), Denis fue en busca de un asesino a sueldo al que había decidió matar. “Iba con una 9 mm en la mano e hice unos disparos al aire al pasar frente a una iglesia evangélica.
SALVADO POR MILAGRO
Los disparos continuaros y en un momento dado Denis sintió que alguien cogió su brazo y lo levantó, protegiéndole de esa manera el corazón, que iba a ser alcanzado por una bala. “El proyectil atravesó el brazo, entró en el pómulo derecho y quedó alojado en el cerebro. Comencé a
De repente encontró una silla tallada muy bella y se sentó; en ese momento comenzó a escuchar un ruido que no pudo identificar (“Ahora sé que era ruido de cadenas”), y una voz que salía de la oscuridad dijo: “Dámelo porque me pertenece, es mío”. De la luz salió otra voz que respondió: “Ese tiempo que tú trazaste para mi siervo no es mi tiempo”. “
EL AMOR DE DIOS
Durante los tres meses que estuvo ingresado, luego de la cirugía para extraer el proyectil, el pastor fue a visitarlo. “Me invitó a ir a la iglesia cuando me dieran el alta, pero antes de eso yo quería matar al otro muchacho. Finalmente él murió en esta guerra de bandas”, dice. Un domingo a la madrugada, Denis tuvo una nueva experiencia sobrenatural. “El Espíritu Santo me habló: ´Denis, hoy te vas a levantar y te vas a vestir porque vas para mi casa´. Planché la ropa, me vestí y fui a la
TEEN CHALLENGE
En un momento dado, Pedro Díaz le anunció que debía dejar la iglesia para asumir como director de Teen Challenge (programa cristiano de rehabilitación de adictos), en reemplazo de un pastor que se trasladaba a Orlando. “Quiso llevarme con él pero no acepté. Pasaron seis o siete años, yo seguía en la iglesia, reuniéndome con los jóvenes, participando en retiros, todo bien. Pero tuve una recaída y entonces sí llegué a Teen Challenge”, sintetiza Denis. Cumplida la programación de 18 meses, se graduó en 1996 y permaneció al lado de su pastor, ahora director, siete meses como voluntario, luego como staf y después como empleado. En total fueron 14 años en esa organización.
Una Navidad, una persona de la familia y le dio un sobre y en su interior encontró $ 18.000, con lo cual pudieron hacer la entrega para la compra de una casa. Denis vio la obra de Dios en su vida. Cuando dejó de trabajar en Teen Challenge continuó yendo a predicar cada semana. “En una de esas ocasiones, el Señor me dio una palabra por medio de otro hermano, anunciando una nueva oportunidad laboral. Ese es el trabajo que tengo hoy en el Proyecto Hogar Amparo. Entré hace cinco años en el turno de la noche, luego pasé a la tarde y actualmente soy sub director”, comenta con satisfacción. Sus hijos mayores son profesionales y las gemelas (17 años) están terminando el colegio. Su esposa hizo la carrera de Trabajo Social y tiene un buen empleo. “Solo puedo decir: Dios es fiel!”, concluye Denis, el ex niño traficante.