Religiosas argentinas rescatan convento de clausura en Madrid


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Se trata del monasterio de las Clarisas en Ciempozuelos, Madrid (España), que llevaba dos años cerrado, ahora las religiosas del Instituto Mater Dei lo han vuelto a abrir con ayuda de los vecinos.

Venimos a devolver la parte de la evangelización que en el pasado llevaron los españoles al nuevo continente”, asegura la hermana Gabriela, una de las seis religiosas que ahora viven en el convento.

Según explica el diario Abc, las religiosas tienen entre 28 y 56 años y proceden de Argentina, así como el Instituto al que pertenecen que fue fundado en 1977 en la diócesis argentina de San Luis.

“Con su llegada, no sólo han recuperado un lugar que es Patrimonio Cultural, ya que el edificio es del siglo XVII, condenado al olvido y al abandono, sino que están dando un impulso nuevo al convento, refundado con el nombre de su congregación el pasado 16 de noviembre con el nombre de Convento Reina de los Mártires”, precisa el diario español.

La madre María Jesús Becerra, fundadora de Mater Dei, conocía la historia del monasterio y les dijo: “Los mártires nos están llamando”, por eso envió a las seis religiosas y fundaron su primera casa en Getafe (Madrid).

“Las religiosas anteriores se dedicaban a la vida contemplativa y a dar lo contemplado en forma de dulces y charlas a través de una reja. Nosotras rezamos también, pero nos dedicamos a la catequesis y a hacer labores pastorales”, explica una de las hermanas de Mater Dei.

Por las mañanas su jornada comienza a las seis de la mañana, después tres de ellas acuden a la capital madrileña a trabajar para la Conferencia Episcopal, mientras el resto permanece en el convento haciendo otras tareas entre las que se encuentra la elaboración del plan de formación para los religiosos de clausura de toda España. “Estaba pensado para 30 alumnos y son ya 450. Estamos realizando el temario y en julio digitalizaremos el contenido”, explica la hermana Gabriela.

Las Hermanas de Mater Dei están acondicionando el convento con ayuda de los habitantes de Ciempozuelos, ya que tras dos años cerrado necesitaba algunas reparaciones. En una de las plantas está previsto que queden algunas celdas libres para quienes deseen acudir a retiros espirituales que se prediquen allí.
 

La hermana Gabriela declara a Abc que considera que España “es un país con un alto nivel de exigencia. Ustedes nunca están satisfechos, siempre les falta algo. Deben disfrutar más”, y pregunta “¿dónde está, dónde se esconde el espíritu español que nos evangelizó y conquistó? Hay que sacarlo fuera”.

En ese sentido las religiosas se muestran satisfechas de su estancia en España. “Estamos muy contentas de conocer a los descendientes de quienes nos evangelizaron por la fe que nos entregaron y que nosotras profesamos y se la devolvemos. Nos engrandecemos de ese modo con la continuidad histórica de Jesús y, además, tenemos la suerte de hablar el mismo idioma”, afirmó.

La hermana Gabriela asegura que su propósito es “que este lugar sagrado continúe siendo un foco espiritual y evangelizador como lo ha venido siendo en los últimos 400 años”. “No somos más que semillas y debemos transformar la sociedad demasiado consumista y mirar nuestro interior”, señaló.