Un señor de Foggia (Italia), de 62 años, caminaba sosteniéndose con dos muletas; pues en un accidente se fracturó las dos piernas; cuando se cayó se su carruaje. Los doctores no habían podido ayudarlo . Después de confesarse con el Padre Pío, el fraile le dijo: "¡Póngase de pie y camine!” “Usted tiene que tirar las muletas”. Ese hombre llevó a cabo la orden y empezó a caminar solo de nuevo. Todos los que dan el testimonio estaban sorprendidos.
Otro suceso extraordinario pasó en 1919 en San Giovanni Rotondo. Un niño de 14 años deforme, -tenía dos grandes jorobas- y en una ocasión en que se confesó con el Padre Pío, el santo fraile lo tocó con sus manos estigmatizadas, y de repente el muchacho se puso de pie y sus jorobas habían desaparecido.
Otro suceso extraordinario pasó en 1919 en San Giovanni Rotondo. Un niño de 14 años deforme, -tenía dos grandes jorobas- y en una ocasión en que se confesó con el Padre Pío, el santo fraile lo tocó con sus manos estigmatizadas, y de repente el muchacho se puso de pie y sus jorobas habían desaparecido.