La Iglesia paraguaya se encara con la abortista ONU

27/02/2015 - Religión

El Arzobispo de Asunción monseñor Edmundo Valenzuela, exigió al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon -que visita en estos días el país- que la organización que encabeza no promueva la ideología relativista en el país latinoamericano


Ban Ki Moon, secretario general de la ONU
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(Aciprensa).- El Arzobispo de Asunción (Paraguay), Mons. Edmundo Valenzuela, exigió al secretario general de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon -que visita en estos días el país- que la organización que encabeza no promueva el aborto, la eutanasia y el mal llamado “matrimonio” gay en Paraguay.
En un comunicado difundido en su página en Facebook el 25 de febrero, con ocasión de la llegada de Moon, Mons. Edmundo Valenzuela, al tiempo que le expresó la “hospitalidad de nuestro pueblo”, advirtió de “nuestra preocupación por las presiones” que recibe Paraguay de parte de la ONU.

Sin embargo, advirtió, “no podemos negar nuestra preocupación por las presiones que el estado paraguayo, libre y soberano, recibe constantemente de los autodeminados ‘expertos de la ONU’, muchos de ellos adheridos a ideologías poco claras o de franca contradicción con nuestros valores humanos y cristianos”.

Estas recomendaciones, señaló, están particularmente referidas “a temas delicadísimos como la conformación natural de la familia, la contracepción, el aborto y la protección integral y total de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”.

Es necesario que la ONU, fiel a su espíritu fundacional, respete la tradición cultural de los pueblos, sus valores esenciales y sus creencias, así como el reconocimiento de que el rol de tutoría moral y espiritual corresponde a la familia y a la religión”, indicó.

El Arzobispo paraguayo destacó que “la fuerza moral de una Nación está en sus creencias y en sus valores, los cuales, vividos conforme a una sana educación integral, que tenga en cuenta todas las dimensiones de la persona, no puede rechazar la fe, que es una dimensión fundamental de la estructura piscosocial y espiritual del ser humano”.

“Lastimosamente, varias recomendación de la ONU sobre DDHH (derechos humanos) para el Paraguay y otros países incluyen supuestos nuevos derechos como los proclamados por grupos radicales que están insertos en la organización y abogan en favor de la legalización del aborto, de la eutanasia y de las uniones homosexuales y de otros ‘géneros’, con posibilidad de adopción de hijos por parte de esas parejas”.

Mons. Valenzuela destacó que el papel de la Iglesia es abogar “por los niños, especialmente por los que tienen alguna discapacidad y/o que todavía se encuentran en el seno materno y que corren serio riesgo de ser descartados por la sociedad, si se aceptan los nuevos cánones de la cultura de la muerte, donde lo malo se hace legal y con auspicio del Estado, promovidos por los agentes internacionales a nivel global”.