Baja Kasper, sube Caffarra

También el Papa Francisco se distancia del primero y se acerca al segundo. Y mantiene cerca al cardenal Müller. Y promueve al africano Sarah. Todos ellos intransigentes defensores de la doctrina católica del matrimonio

de Sandro Magister


ROMA, 20 de marzo de 2015 – "Con eso no se soluciona nada", ha dicho el Papa Francisco sobre la idea de dar la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar. Y mucho menos si ellos la "quieren", la pretenden. Porque la comunión no es "una escarapela, una honorificencia. No". 

En su primera gran entrevista Jorge Mario Bergoglio ha enfriado las expectativas de cambio sustancial en la doctrina y en la praxis del matrimonio católico que él mismo había indirectamente alimentado:

> Los primeros dos años de la “Era Francisco” en entrevista a Televisa


"Expectativas desmesuradas", las ha definido. Y ya no ha mencionado las tesis innovadoras del cardenal Walter Kasper, que él había magnificado en diversas ocasiones, pero del que parece haberse distanciado.

Viceversa, desde hace algún tiempo el Papa Francisco mira con creciente atención y estima a otro cardenal teólogo, que sobre el "Evangelio del matrimonio" sostiene tesis perfectamente en línea con la tradición: el italiano Carlo Caffarra, arzobispo de Bolonia.

Como profesor de teología moral, Caffarra era especialista en matrimonio, familia y procreación. Y por esta razón Juan Pablo II lo quiso como presidente del pontificio instituto para estudios sobre el matrimonio y la familia creado por él en 1981 en la universidad Lateranense, tras el sínodo de 1980 dedicado precisamente a estos temas.

Por lo tanto, causó sensación la exclusión, el pasado octubre, de cualquier exponente de dicho instituto - que mientras tanto se ha extendido a todo el mundo - en la primera sesión del sínodo sobre la familia.

Pero ahora este vacío ha sido colmado: el pasado 14 de marzo el Papa Francisco ha nombrado al profesor José Granados, vicepresidente precisamente del pontificio instituto Juan Pablo II para estudios sobre el matrimonio y la familia, como uno de los consultores de la secretaría general de la segunda y última sesión del sínodo, en programa para octubre de este año.

En cuanto a Caffarra, si el próximo mes de mayo no es elegido por la conferencia episcopal italiana como uno de los cuatro delegados al sínodo, seguramente será el Papa quien le incluya entre los padres sinodales, como ya hizo para la sesión precedente.

El arzobispo de Bolonia es uno de los cinco cardenales anti-Kasper que han recogido sus tesis en el libro "Permanere nella verità di Cristo", publicado en Italia por Cantagalli en la vigilia del sínodo pasado y traducido actualmente a diez idiomas.

Y fue enseguida uno de los críticos más decididos y mejor argumentados del informe bomba leído por Kasper en el consistorio de febrero de 2014:

> El cardenal Caffarra: ningún Papa puede romper el vínculo matrimonial

En esta amplia entrevista a "Il Foglio" del 15 de marzo de 2014 Caffarra dijo, entre otras cosas, lo siguiente sobre la comunión a los divorciados vueltos a casar:

"Quien hace esta hipótesis no ha respondido a una pregunta muy simple: ¿qué pasa con el primer matrimonio rato y consumado? La solución planteada lleva a pensar que permanece el primer matrimonio, pero que también hay una segunda forma de convivencia que la Iglesia legitima. Por consiguiente, hay un ejercicio de la sexualidad humana extraconyugal que la Iglesia considera legítimo. Pero con esto se niega el pilar de la doctrina de la Iglesia sobre la sexualidad. Entonces uno podría preguntarse: ¿y por qué no se aprueban las libres convivencias? ¿Y por qué no las relaciones entre los homosexuales? No es sólo cuestión de praxis, esto concierne a la doctrina. Inevitablemente. También se puede decir que no se hace, pero se hace. No solo. Se introduce una costumbre que a la larga determina esta idea en el pueblo, no solo cristiano: no existe ningún matrimonio absolutamente indisoluble. Y esto, ciertamente, es contrario a la voluntad del Señor".

Más abajo se incluye el texto íntegro de la última toma de posición de Caffarra sobre matrimonio y familia: una conferencia que pronunció el pasado 12 de marzo en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Pero antes será útil recordar otros hechos que evidencian el creciente acercamiento del Papa Francisco al grupo de los críticos de Kasper.

El Papa sigue manteniendo a la cabeza de la congregación para la doctrina de la fe al cardenal Gerhard L. Müller, el más prestigioso de los cinco purpurados del libro anti-Kasper, muy firme en poner en guardia sobre esa "sutil herejía cristológica" que consiste en dividir la doctrina de la praxis pastoral, en la ilusión de que se puede cambiar la segunda sin minar la primera y, por lo tanto, bendecir las segundas nupcias manteniendo firme la indisolubilidad del matrimonio:

En segundo lugar el Papa Francisco, en uno de los pocos nombramientos importantes que ha hecho recientemente en la curia, ha puesto a la cabeza de la congregación para el culto divino al cardenal guineano Robert Sarah, autor de un libro-entrevista, "Dieu ou rien. Entretien sur la foi", publicado en Francia por Fayard, en el cual rechaza de raíz la idea de dar la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar, que a su juicio es "la obsesión de ciertas Iglesias occidentales que quieren imponer soluciones que califican de 'teológicamente responsables y pastoralmente apropiadas' y que contradicen radicalmente la enseñanza de Jesús y del magisterio de la Iglesia".

Dando plena razón a Müller, el cardenal Sarah dice además:

"La idea que consistiría en poner el magisterio dentro de un bonito cofre separándolo de la práctica pastoral, la cual podría evolucionar según las circunstancias, modas y pasiones, es una forma de herejía, una peligrosa patología esquizofrénica".

Y después de haber constatado que la cuestión de los divorciados que se han vuelto a casar "no es un desafío urgente para las iglesias de África y de Asia", declara:

"Por lo tanto, afirmo solemnemente que la Iglesia de África se opondrá firmemente a toda rebelión contra la enseñanza de Jesús y del magisterio".