Gana la triple corona del Tour de Francia… "rezando el Padre Nuestro y el Ave María"

Portaluz
Tus victorias como ciclista te han permitido alcanzar grandes logros. Incluso fuiste designado embajador y modelo para los niños. También sueles prestar tu imagen gratuitamente para campañas sociales...

La iniciativa que más me gusta es la de solidaridad anual del ciclismo –que se celebra en Messina-, en favor de la organización sin fines de lucro Amici di Edy, que la fundó el padre de un niño que sufre Síndrome de Duchenne y Becker. Es una ocasión para reafirmar el valor que el ciclismo puede tener como factor de socialización y, al mismo tiempo, una forma de recaudar dinero para la investigación. Con la edición de enero 2015 hemos financiado el establecimiento de una clínica específicamente para pacientes con distrofianopatías en el Policlínico de Messina.

Vincenzo, eres conocido por tu arrojo, casi atrevimiento, en las carreras. Tanto que te ganaste el apodo de "Tiburón", porque atacas la meta con todo. ¿Realmente haces oración -según se dice- durante una carrera?

Cuando era niño invocaba a Dios Todopoderoso para lograr el éxito. Pero, al crecer, me di cuenta que esto no tiene sentido. Tú no debes orar para pedir algo a cambio, como una victoria deportiva. Al competir en las carreras, voy rezando interiormente el Padre Nuestro y el Ave María, como aprendí cuando niño. Pero ya no pidiendo llegar primero, sino invocando la protección de Dios. De hecho, no pido nada más que poder llegar de vuelta a casa, sano y salvo, con mis seres queridos.