Implicaciones de María en la Sta Misa

Jesús a Ottavio Michelini, Italia, 1975Resultado de imagen para consagracion eucaristica misa

El amor por su naturaleza tiende a la unión por ley sobrenatural y natural. Yo Dios Omnipotente puedo todas las cosas, puedo saciar mi sed ardiente de amor dándome enteramente a vosotros para ser con vosotros una sola cosa como Uno soy con el Padre y el Espíritu Santo. Somos Tres en Uno exactamente por esta ley del amor.

Después de Mí, la Criatura cuyo amor es sin límite, es Mi Madre, obra maestra de la Santísima Trinidad. Ella, asociada a Mí en el Misterio de la Encarnación y en el Misterio de la Cruz no podía dejar de estar asociada a Mí en el Misterio de la Santa Misa que es el mismo Mis­terio de la Cruz aunque incruento.

Hijo, si el amor me ha llevado a unirme a vosotros en el Misterio Eucarístico, con mayor razón me lleva a unir­me a Mi Madre en una comunión perfecta, única en toda la historia de la humanidad. Confirmo que Ella vive de Mí, de mi Naturaleza divina como Yo vivo de Ella, de su naturaleza humana.

Por tanto, es lógico que donde estoy Yo Ella tam­bién esté; es más, es por necesidad de la naturaleza del amor.

Mi Madre no solamente aceptó el sacrificio de la Cruz consumado en aquel momento histórico sino que ha aceptado también el Sacrificio de la Cruz en su extensión en el tiempo.

No habría sido perfecto su amor si no hubiese sido así: por tanto es verdaderamente real su presencia en la Santa Misa como en el Calvario; es verdaderamente real el ofre­cimiento de Sí misma al Padre conjuntamente Conmigo, con mi ofrecimiento.

Es verdaderamente real su “fiat” en el Calvario como en el Altar para la remisión de vuestros pecados: si no fuera así, no sería corredentora.

Corredentora fue, es y será Conmigo en su perfecta comunión,  como Yo estaré en comunión con vosotros en la eternidad: ahora unidos mediante el Misterio de la fe para quien en ello cree y de ello vive, en la eternidad en una comunión perfecta en la recíproca e intercambiable donación mía y vuestra en la gloria del Paraíso.