El Reino de los Cielos es de aquéllos que rezan (Jesús)

Apostolado de la Sta Maternidad, 9 de marzo, 1987 
Visión del Niño Jesús:
Niño Jesús:    Como podrás ver, las dificultades y obstáculos de poder llegar a Mí en el Sacratísimo Sacramento se están haciendo cada vez mayores. Este es el resultado directo de la falta de amor que Me es manifestado en el Santísimo Sacramento. El que las iglesias sean cerradas ahora hasta de día, ha hecho más difícil el que Mis hijos que verdaderamente Me aman en este Santísimo Sacramento vengan a Mí. Qué triste es esto. No habría necesidad de cerrar las iglesias si estuvieran llenas como debieran estarlo ahora, en estos momentos de crisis y maldad.orando
“Vuélvanse a Mí en vez de unos a otros en momentos de crisis. La gente se pasa horas contándole a otros sus problemas, mientras que si se pasaran la mitad de ese tiempo Conmigo en el Santísimo Sacramento, todos sus problemas serían resueltos.
Digo resueltos en el sentido de tener fuerza para cargar sus cruces o, en algunos casos, hasta verlas removidas si al cargarla no contribuye al mejoramiento de su alma. Muchos cargan pesos innecesarios porque no vienen a Mí. Buscan soluciones humanas cuando no las hay.
            “Sólo Yo te puedo verdaderamente ayudar. Has de aprender esto con el tiempo si has de ser verdaderamente Mía y no de este mundo. ¿Por qué tanto hablar ante los problemas? La oración es su solución, no el hablar unos con otros repetidas veces de lo mismo. El fenómeno moderno de un grupo para cada necesidad, no es necesario si de verdad Me aman y vienen a Mí en todas sus aflicciones. En muchos casos, estos grupos hasta impiden el crecimiento espiritual de Mis hijos, al hacerles dependientes de estos programas y de esta gente, y no de Mí y de Mi Madre.
            “Solo Dios les puede ayudar de la manera en que lo necesitan, y la intercesión de Mí Madre lo hará posible. Vuélvanse a ella en sus necesidades y penas. Cuéntenle a ella sus males, no a otros. Pidan ayuda y dirección. Piensen en los demás y oren por el mundo. Esto les dará la paz y el gozo que buscan. La plática ociosa, las horas ociosas malgastadas en habla inútil, es innecesaria y a menudo puede ser peligroso para el alma. ¡Cuándo aprenderán esto mis hijos! Buscan respuestas los unos en los otros cuando no las tienen. Sólo Yo tengo la respuesta a la tranquilidad de ánimo y corazón.
“La confusión que acosa a esta generación, robándoles de su paz interior, está causada por el pecado mismo, el pecado en todas sus manifestaciones. El pecado que no se confiesa les robará la paz. Confiésense. Visítenme en el Santísimo Sacramento y órenle a Mi Madre, especialmente su Rosario, y tendrán paz. Y si desean seriamente venir a Mí, respondan a Mí y a Mis peticiones con todo el corazón. Yo les daré la paz y el gozo que sobrepasa todo entendimiento. Oren por la paz del mundo, paz de corazón, paz de alma, y tendrán de hecho paz en el mundo. Empezará en sus propios corazones.SAGRARIO S
“Mi Madre les ha mostrado el camino en Fátima, enfatizando nuevamente Mi mensaje del Evangelio. Escúchenle a ella, sigan la vida del Evangelio; rechacen sus inquietudes innecesarias  y confíen en Mí y en Mi Madre. Nosotros haremos grandes cosas en ustedes si Nos lo permiten, pero han de estar dispuestos. Pidan espíritus dispuestos a hacer la voluntad de Mi Padre y les será concedido. Más, de nuevo les digo, han de pedirlo, ya que es una cosa muy bella y preciosa que ha de ser perdida. Como saben.
La oración es el prerrequisito que Dios ha puesto para todo lo que ha de serles concedido en la esfera espiritual.
“Pidan y se les dará, busquen y hallarán. Toquen y se les abrirá.
Hagan esto y recibirán, más aún, en abundancia. Pidan las virtudes de Mi Madre, los siete dones del Espíritu Santo, y les serán dados. En verdad les digo, el Reino de los Cielos le pertenece a aquéllos que oran. Oren y lo alcanzarán. Oren y recibirán más de lo que sus corazones ahora pueden imaginar en su pequeñez. Les bendigo a todos con Mi Corazón”.