Instrumentum laboris para el Sínodo de la familia. Que no nos tomen el pelo.


Momentín, que me parece que nos estamos poniendo nerviosos. Acaba de hacerse público ¡en italiano! el “Instrumentum Laboris” para la segunda sesión del Sínodo de la Familia. Antes de leerlo, antes de pensarlo, ya hay medios de comunicación que dan la noticia de que en el Vaticano hay acuerdo para que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar sin demasiados problemas. Como mucho, lo más que llegan a matizar es en el sentido de que deberán llevar a cabo una reflexión sobre su situación a través de itinerarios de reconciliación o un camino penitencial y que la última palabra la tendrá el obispo.
La verdad es que dicho así parece una puerta abierta de par en par, porque vaya usted a saber lo que entiende cada cual por reflexión y por itinerarios penitenciales, y el visto bueno del obispo bien podría consistir en una firma en un papel. Hecho.
Efectivamente parece que hay un amplio consenso en cómo abordar los casos de los divorciados vueltos a casar especialmente en esas situaciones que se denominan de convivencia irreversible. Pues bien, este consenso, Instrumentum laboris nº 123, consiste exactamente en “proceso de toma de conciencia del fracaso y de las heridas que este produce, con arrepentimiento, verificación de la posible nulidad del matrimonio, disposición a la comunión espiritual y decisión de vivir en continencia".
Esto lo entiende cualquiera y lo sabe aplicar cualquier sacerdote en su humilde parroquia: arrepentimiento, animar a la posible nulidad si fuera el caso, comunión espiritual, vivir en continencia y comunión eucarística allá donde se esté a salvo de escándalos. Hombre, esto es viejo. Lo que no sé es de dónde se saca la novedad y el avance.
Pero… hay gente que vive de las medias verdades, de lanzar globos sonda, de manipular noticias y hacernos creer que es verdad lo que sus exuberantes imaginaciones desean. Nada de nada. Otra cosa es lo que después pase en el Sínodo, que ya se verá. Pero eso que quieren vender de que se ha abierto el melón de la comunión de los divorciados vueltos a casar nada de nada.
Vayan preparándose que desde ahora y hasta el Sínodo, durante el Sínodo y el post,seguiremos escuchando las mismas milongas, sobre todo esa de que gracias a la misericordia de Francisco por fin los divorciados vueltos a casar van a poder comulgar sacramentalmente. Nada de nada. Parece ser que la misericordia de Francisco es la misma de Juan Pablo II en la Familiaris Consortio. Cachis.
Ojo, que vendrán muchas falsedades.