Reparad por la frialdad y la indiferencia de muchos de mis hijos
Hijos Míos, adorad mi misterio de amor escondido, rendidle toda la gloria y la alabanza que como Dios uno y trino me merezco.
Venid a este nuevo Getsemaní y reparad por los ingratos a mi magnificencia de amor, me he quedado hasta la consumación de los siglos en el pan consagrado y muchos se niegan a creer, me he quedado hasta el fin de los fines y permanezco la mayor parte del tiempo solitario y abandonado.
Reparad por la frialdad y la indiferencia de muchos de mis hijos, pasan de largo frente a un templo a sabiendas que soy el eterno prisionero por toda la humanidad. Tengo sed de almas, almas que me adoren en espíritu y en verdad, almas que desde la humilde apariencia del pan consagrado me reconozcan como a su amo y Señor, almas que se consideran necesitadas de mi amor y de mi misericordia, almas que no sepan vivir si no estoy a su lado.
Si el mundo entero comprendiera que verdaderamente vivo en todos los Sagrarios del mundo, no permanecería en soledad. Os pido menguar mi dolor, mi sufrimiento porque de mi Corazón Eucarístico destilo gotas de mi sangre preciosa que muchas veces es despilfarrada y profanada.
Hijos Míos, adorad mi misterio de amor escondido, rendidle toda la gloria y la alabanza que como Dios uno y trino me merezco.
Venid a este nuevo Getsemaní y reparad por los ingratos a mi magnificencia de amor, me he quedado hasta la consumación de los siglos en el pan consagrado y muchos se niegan a creer, me he quedado hasta el fin de los fines y permanezco la mayor parte del tiempo solitario y abandonado.
Reparad por la frialdad y la indiferencia de muchos de mis hijos, pasan de largo frente a un templo a sabiendas que soy el eterno prisionero por toda la humanidad. Tengo sed de almas, almas que me adoren en espíritu y en verdad, almas que desde la humilde apariencia del pan consagrado me reconozcan como a su amo y Señor, almas que se consideran necesitadas de mi amor y de mi misericordia, almas que no sepan vivir si no estoy a su lado.
Si el mundo entero comprendiera que verdaderamente vivo en todos los Sagrarios del mundo, no permanecería en soledad. Os pido menguar mi dolor, mi sufrimiento porque de mi Corazón Eucarístico destilo gotas de mi sangre preciosa que muchas veces es despilfarrada y profanada.
Jesús a Agustín del Divino Corazón