Se acerca el despertar de la humanidad.

Habla Dios Padre a Javier Viesca, México.

Sobre: Mi Santo Espíritu de Amor descenderá sobre todos, buenos, malos, pequeños, grandes, de toda raza, todos estaréis ante Mi Presencia y recibiréis esta ayuda de Mi Santo Espíritu de Amor.

Hijitos Míos, se acerca el despertar de la humanidad. Mi Santo Espíritu de Amor descenderá sobre todos, buenos, malos, pequeños, grandes, de toda raza, todos estaréis ante Mi Presencia y recibiréis esta ayuda de Mi Santo Espíritu de Amor y, digo ayuda, porque os volveréis hacia Mí.

Conoceréis lo que no habéis cumplido la gran mayoría de vosotros, conoceréis cuáles han sido Mis Planes desde el Principio de la Creación y que no seguisteis y por eso, no os pudisteis proteger porque os alejasteis de Mí.

Vosotros mismos habéis cavado vuestra fosa, pudisteis haber hecho cosas grandes con vuestra propia alma, con el alma de vuestros hermanos y con toda la Creación que Yo os regalé, pero no quisisteis seguirMe, seguir los Pasos de Mi Hijo, seguir Mis Enseñanzas y las de Mi Hijo.

Este nuevo despertar que tendréis, os favorecerá, no debéis temer, sino debéis agradecer lo que tendréis, Mis pequeños, y esto es lo que un padre bueno puede hacer por los hijos, cuando los ve que van por caminos errados, les llama la atención, para que retomen el buen camino cuando, de hecho, ya se habían salido de él. Es preferible tener el regaño de un padre amoroso, que el de un desconocido, que no os va a reprender con amor, sino puede ser hasta con odio y eso sí os va a dañar por mucho tiempo.

Sed sencillos, sed humildes, abrid vuestro corazón a lo que Yo os voy a enviar. Cuando llegue el momento, entrad en vuestro corazón, platicad con Mi Santo Espíritu y dejad que Él os dé las pautas a seguir, para que podáis aprovechar el poco tiempo o mucho tiempo que os quede, para seguir sirviéndoMe en la Tierra para el bien de vuestros hermanos en la Comunión de los Santos.

Debéis entender que es un honor el haber venido a la Tierra a servirMe, pero desgraciadamente no habéis meditado en ello. Dejad que Mi Divinidad, a través de Mi Santo Espíritu, haga que renovéis vuestro caminar pero, ahora sí, con pasos seguros y no vacilantes, sabiendo a dónde debéis ir para cumplir lo que Yo os he pedido.

Dejad pues que Mi Santo Espíritu penetre, purifique y santifique todo vuestro ser, llorad por vuestros pecados, porque vosotros, primeramente, Me hicisteis llorar a Mí, vuestro Dios. Dejad que Mi Purificación llegue a vosotros, aceptadla, aceptad lo que os toque a cada uno, de acuerdo a vuestros pecados y a vuestro regular o mal proceder en la Tierra. Dejad que os levante y vosotros tratad de no caer nuevamente. Vuestra santificación depende grandemente de vosotros, Yo os doy los elementos para que la ganéis, de vosotros depende aprovecharlos.
Gracias, Mis pequeños.