El crucifijo que nació de una Hostia Consagrada


En 1284, en la pequeña ciudad de Kranenburg bei Kleve, se manifestó un Milagro Eucarístico, conocido con el nombre de “Milagro del crucifijo milagroso”.
Una Hostia consagrada fue arrojada cerca a un árbol por un pastor que no podía digerirla por su enfermedad. Poco después el árbol fue cortado por la mitad; en
ese momento, cayó al suelo un crucifijo perfectamente tallado. En el lugar del hallazgo, fue construida una iglesia que hasta hoy acoge a numerosos peregrinos. Papas y obispos han promovido siempre el culto
 este Crucifijo.

Existen muchos documentos que describen este Milagro, sucedido en 1280. Un pastor de Kranenburg, después de haber comulgado, no pudiendo deglutir la Hostia, la arrojó hacia un árbol de su jardín. Los remordimientos lo empujaron a confesar este hecho a su párroco, quien inmediatamente se dirigió al lugar para tratar de recuperar la Partícula. Pero toda tentativa fue inútil. Algunos años después, se decidió cortar el árbol. Y cuando fue cortado en dos, cayó al suelo un crucifijo perfectamente tallado.
La noticia del crucifijo, “que había crecido de una Hostia consagrada” se propagó velozmente. Los Obispos de Colonia y el Conde de Kleve se interesaron personalmente del Milagro. Inmediatamente comenzó a crecer el número de peregrinos. En 1408, los ciudadanos de Kranenburg, iniciaron la construcción de una iglesia en honor al Milagro, que fue concluida en 1444. La iglesia representa una de las construcciones más significativas del estilo gótico en la zona del bajo Rin. 





Iglesia de San Pedro y Pablo, donde se conserva la Reliquia 
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Detalle de la Reliquia 

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