La oración tiene que ser un deber
“Yo deseo que todas las madres y padres enseñen esta simple oración en los corazones de sus hijos. Porque en el futuro, con el furor de las guerras y la pestilencia y el hambre que vendrá sobre la humanidad, muchos atravesaréis el umbral a una temprana edad. Vosotros padres, debéis enseñarles a ellos a elevar esta simple oración al Cielo:
Ahora me acuesto a dormir, os ruego Señor que guardes mi alma.
Si tengo que morir antes de despertarme, os pido Señor que recibas mi alma”.
Jesús, Junio 17 de 1989
Profecías de Bayside