María Simma: hay cardenales masones

Entrevista de Nicky Eltz a María Simma, vidente de las almas del purgatorio y alma víctima



—María, ¿se le ha aparecido algún obispo?

—Sí; varios. Un italiano y un norteamericano, entre otros, cuyos nombres no pude averiguar. Un alma me contó de un cardenal alemán que estuvo bastante cerca de nosotros, aquí. El alemán y el italiano deben permanecer en el purgatorio hasta el día en que se prohíba recibir la Comunión en la mano, y el norteamericano deberá permanecer en el purgatorio hasta el día en que la Comunión en la mano se prohíba en todos los Estados Unidos y se reinstaure la Comunión en la lengua. Pasado un tiempo, pregunté de nuevo cuáles eran sus nombres pero tampoco recibí ninguna respuesta.
Con respecto al cardenal alemán, me contó el padre Matt que en el lecho de su muerte expresó que había cometido un gran error al promover la Comunión en la mano. Como siempre ocurre, nunca se publica esta clase de hechos, y por lo tanto se produjo el daño.
Podemos aliviar sus almas, pero no liberarlas.

—¿Han dicho algo más las almas del purgatorio de los obispos?

—Sí. Me han dicho que, especialmente en estos tiempos en los que muchos se han modernizado, deberían cambiar su forma de actuar o el purgatorio será para ellos excesivamente doloroso, intenso y prolongado. Los movimientos en pro de la ordenación de mujeres, como ha ocurrido en la iglesia de Inglaterra recientemente, es algo de lo más preocupante hoy en día, al igual que el movimiento para hacer neutro el lenguaje litúrgico con el objeto de satisfacer a los feministas dentro de la Iglesia. Debo realmente rogarles que dejen de hacerlo y que escuchen al Santo Padre o se arrepentirán muchísimo en el futuro. Y probablemente esté usted al tanto de que el Santo Padre ha repetido recientemente un fuerte "no" sobre este tema.

También otros movimientos de la misma naturaleza, como aquellos sacerdotes que piensan que también a ellos se les debería permitir contraer matrimonio, me demuestran, a mí al menos, que dedican muy poca parte de su tiempo a rezar y a escuchar a Dios.

—¿Qué le diría a las mujeres que con buenas intenciones y siendo muy creyentes dicen que también deberían tener derecho a poder ordenarse como sacerdotes?

—En primer lugar, les diría que le recen mucho al Espíritu Santo para que las ayude a esclarecer el tema; luego les pediría que respondan ellas a los hombres que con la mejor de las intenciones también querrían tener el derecho de concebir y de dar vida, y de alimentar a los hijos. Son dos anhelos errados y, por lo tanto, no están dentro del plan de Dios. Si Jesús hubiese querido que las mujeres también pudieran ordenarse como sacerdotes, María, la más santa de todas las mujeres, hubiese estado presente en la Última
Cena, ¡y no lo estuvo! Jesús no estableció las cosas de otro modo; y repito, Dios sabe muy bien qué es lo mejor para nosotros. Todo lo que sea contrario a Dios trae confusión, y la confusión es uno de los productos más claros de la acción de Satanás.


—¿Se encuentran en el infierno algunos de los cardenales y obispos que usted conoce que promovieron la Comunión en la mano sin el consentimiento del Papa?


—Sí, algunos están en el infierno, pero no puedo asegurar que se perdieron únicamente debido a eso. Sé que también hay otros motivos que se han sumado. Pero no se puede decir que sea eso lo que causó la pérdida de sus almas.

—Antes mencionó a los masones en el Vaticano. De todos los numerosos cardenales que rodean al Papa, ¿cuántos de ellos son masones?

—No conozco el número exacto, pero muchos de los cardenales ya eran masones cuando Juan Pablo II comenzó a ser nuestro Papa. Desde ese entonces, nuestro Santo Padre ha nombrado muchos cardenales nuevos, ciertamente no masones, así que su número es menor hoy en día. Aun así todavía quedan varios masones y están muy cerca del Santo Padre.

—¿Qué le han comentado las benditas ánimas del purgatorio sobre el Santo Padre actual?

—Me han dicho que hemos de rezar mucho por él porque se encuentra constantemente en gran
peligro. Pero a ello debo agregar que muchas almas del purgatorio lo están protegiendo. Por otro
lado, el Santo Padre ya ha tomado las medidas oportunas para que su sucesión en el papado sean
[31] adecuadas .

—María, ¿el Santo Padre sabe de usted, de sus experiencias y de su apostolado?
—Sí.
—Ahora que sé la importancia que da a la humildad y a la obediencia, y de manera especial a sus directores espirituales y a los obispos, ¿puedo entonces presuponer que mientras continúa con su apostolado por las almas también obedece en todo momento al Papa Juan Pablo II?

—¡Sí, por supuesto! Si no lo hiciera así sería una gran hipócrita. ¡Por supuesto que soy obediente al Papa! Al ver su gran potencial para la santidad, Nuestra Madre lo crio y eligió. Y ante esas enormes gracias que Nuestra Madre le dio, el Papa respondió decidiendo públicamente que su lema sería "Totus tuus". Le tengo mucho cariño y mucho respeto, y rezo por él constantemente. Y aunque no me identificara tanto con él y supiera otras cosas acerca de él, siempre le seria obediente porque eso es lo que Dios quiere de nosotros; ya que él y solo él es el verdadero sucesor de san Pedro, la roca sobre la que Jesús construyó su Iglesia.

—Entonces, ¿tanto usted como sus experiencias y su apostolado tienen la bendición de nuestro Santo Padre actual, el Papa Juan Pablo II?

—Sí, tengo su bendición para seguir con mi apostolado.

—¿Alguna vez han venido a verle cardenales, obispos u otras personas conocidas del clero de Roma?

—Sí, en los últimos años han venido a visitarme dos: un obispo y un arzobispo. Ambos son devotos de María, y aman la Iglesia y son grandes defensores de Medjugorje. También ambos están cerca del Santo Padre. Pero a fin de protegerlos de ataques innecesarios, prefiero no mencionar sus nombres.