Reparad por las almas que se enojan conmigo cuando decido probarlas

A Agustín del Divino Corazón. Horas nocturnas de reparación

Reparad por las almas que se enojan conmigo cuando decido probarlas, liberarlas de sus esclavitudes
Noviembre 21/09 
Jesús dice:
Hijo amantísimo: qué grato es saber que cuento con vuestra compañía, vuestros actos de amor para conmigo serán recompensados en el Cielo. 
Pensad por un momento que cada vez que venís a Mí, llegaréis a una porción del Cielo en la tierra; porción en la que os espero cada noche para perfumar vuestro corazón con el óleo bendito; óleo de fragancia exquisita, óleo que os mantendrá despierto amándome por los que no me aman, adorándome por los que no me adoran; óleo que os consumirá en ansias de reparar porque son muchas las almas que reniegan de su cruz, muchas las almas que no aceptan el sufrimiento; sufrimiento que para ellas es un castigo, sufrimiento que evaden siempre, sufrimiento que no esperan encontrar durante su peregrinaje en la tierra.
Hijo mío, habéis de saber que las almas que buscan una vida acomodada, relajada, una vida sin tropiezos, una vida en la que no se tenga que luchar ni sacrificar para conseguir los ideales: son almas que, aún, no han descubierto el gran misterio de la cruz; son almas que, aún, les falta mucho camino por recorrer; son almas que, aún, no se han preparado para la prueba; prueba que algún día les habrá de llegar; prueba por la que toda creatura deberá pasar; prueba que purifica el corazón dándole brillo, lucidez; prueba que acrisola como a oro y plata.
Encanto de mi Divino Corazón: atraedme, con vuestra oración, a todas aquellas almas que se enojan conmigo cuando decido probarlas, liberarlas de sus esclavitudes, refinarlas en el fuego de mi Amor Divino.

Alma reparadora que estáis en vela en el silencio de esta noche, alma reparadora que con vuestros ruegos dais descanso a mi Sagrado Corazón, alma reparadora que sois la admiración de los Santos Ángeles: anunciad al mundo que la cruz es necesaria para purificar el alma; anunciad al mundo que la cruz pule, talla, da perfección al alma que ha decidido seguir las huellas del Crucificado. Anunciad al mundo entero que la cruz hace caminar al alma por caminos angostos, caminos seguros para entrar en una de las moradas del Cielo. Anunciad al mundo entero que la cruz desata el alma de las cosas terrenas; anunciad al mundo entero que la cruz sirve para purgar en vida los pecados.
Así es, pues, hijo amado que en esta hora nocturna de reparación os pido que intercedáis por las almas que no quieren llevar sobre sus hombros el peso de la cruz de cada día, almas que se apartan de mi camino creyendo que las pruebas no le sobrevendrán.