Reparad por todos los ateos

Horas nocturnas de reparación
Ya se os está haciendo tarde, hijo mío: la noche está encima y muchas almas, aún, no han llegado al Tribunal de mi Misericordia, no han venido a purificar y a limpiar su corazón en el Sacramento de los Ríos de la Gracia; aún, les cuesta cortar con el pecado; aún, no están convencidas de mi Palabra; aún, les cuesta renunciar a las cosas del mundo; aún, no se han decidido a caminar ligeras de equipaje; aún, no han tomado conciencia de que son peregrinas en la tierra, que su permanencia en esta vida es demasiadamente corta en comparación con la vida verdadera.

Hijo mío: venid en esta noche de frío, no os importe que
tengáis que levantaros, no os pongáis abrigo que yo os arroparé con la capa que llevo puesta sobre mi túnica, tan sólo dejaos guiar por mis toques Divinos y ayudadme a salvar almas, reparando con espíritu de reverencia vuestras horas nocturnas.

Os tocó vivir, hijo amado, en un tiempo de degradación moral y relajo espiritual. Os tocó vivir en un mundo hedonista, mundo insaciable, mundo que nada le llena, nada le colma. 

Os tocó vivir la era de la ciencia y de la tecnología, era materialista, era ausente de Dios.

Así es, pues, alma reparadora que habéis seguido el eco dulce de mi voz: os necesito en esta noche orando y reparando por los hombres que dicen no creer en Mí; hombres empíricos que todo lo verifican y controlan a través de los sentidos; hombres que rebaten mis leyes, mi Evangelio; hombres que creen haber salido de la nada; hombres que a pesar de todo fueron creados a mi imagen y semejanza; hombres que espero poderles dar un abrazo de Padre bueno; hombres a los que amo porque son una porción de dolor, de sufrimiento.

Reparad por todos los ateos: para que abran sus ojos y me descubran en el cielo tapizado de estrellas, en la majestuosidad y perfección de la naturaleza, en el corazón de las almas puras, sencillas.

Reparad por las almas entregadas al placer: para que comprendan que todas las vanaglorias del mundo son alegrías momentáneas, furtivas.

Reparad por las almas inmersas en el mundo científico y técnico: para que se interesen en descubrir mis Misterios Divinos, en investigar a través del Espíritu Santo los milagros, las obras de Dios; Dios que ama con amor eterno a toda la humanidad.