Vaya lío ha montado el Papa con este Sínodo

De la Cigoña 


Pero vaya lío ha montado el Papa Francisco con este Sínodo. ¿Valía la pena? Cardenales contra cardenales, obispos contra obispos, algunos retratados para siempre en su oposición a la palabra de Dios revelada. ¿O no es palabra de Dios?
Kasper, Baldisseri, Forte…, lo de Bonny y Bode es ya pornográfico, en lenguaje por supuesto analógico, a ver como salvan su presunta reputación católica. Más algunos mindundis intelectuales que les han secundado: Trucho, Chámame Pepe…
El lío, pese a lo que piense Francisco, nunca es bueno. Aunque con el Papa hay que reconocer que su diccionario es peculiar y no responde al universal. Con lo que cualquier tema se lía más. Nunca, ante sus palabras, sabemos si dijo lo que quería decir, si quiso decir otra cosa… No es normal, y además como católicos no nos lo merecemos de un Papa, tanta aclaración, puntualización, corrección, rectificación, reintrepretación… Pobre P. Lombardi.
(...). Ni a que muchos estén preocupadísimos por lo que pueda salir del ya inmediato Sínodo. Unos por que pueda no salir lo que esperaban. Y otros por que pueda salir lo que sería de muy difícil comprensión. Y no faltan los que anuncian la posibilidad de un cisma. Pues el Papa ha hecho un pan como unas tortas.
¿Se va a colar como pastoral lo que doctrinalmente sería de muy difícil o imposible cuele? ¿Nos vamos a chupar el dedo ante el colosal camelo? Creo que los católicos tenemos derecho a que se use la misericordia con nosotros y no se nos tenga en ese sinvivir de que mañana pueda ser verdadero lo que ayer era falso. Porque eso destruiría a la misma Iglesia. ¿Si se equivocó veinte siglos por qué va a acertar hoy? ¿Es que este Papa es mucho más inteligente que todos sus predecesores? Y aunque lo fuera, que no se lo cree nadie, ¿para qué seguir a una Iglesia que hoy dice blanco de lo que ayer decía que era negro? ¿Y que tal vez mañana pueda volver a decir que era negro porque ya nada tendrá consistencia? ¿La Iglesia se sostiene sobre la palabra de Cristo o sobre lo que se le ocurra a cualquier Papa?
Si todo esto se añade a que en el cielo nos encontraremos todos, ¿por qué creer que existe un cielo? Y si todos vamos a terminar allí, o definitivamente bajo tierra, ¿para qué el Papa, la Iglesia, los mandamientos…? Si es igual. ¿Para qué confesarse, comulgar, contribuir al sostenimiento de algo que es inútil, amar a los que te caen mal, no acostarse con la, o con el, que te apetezca, no robar ni explotar al prójimo, no matar a quien te estorba, tener un hijo que viene a perturbar tu comodidad, acoger a unos refugiados que no tienen nada que ver contigo, cuidar la naturaleza…?
¿Si la religión es un camelo que no sirve para nada el que tampoco serviría para nada es el Papa Francisco? Pues bueno sería que no nos animara a ese pensamiento. Hasta por su propio interés.
Creo sinceramente que ese no es el pensamiento del Papa, al que reconozco como tal y me quiero hijo suyo, aunque él tal vez prefiera otros hijos, pero a mí, y a muchísimos más, los ha heredado por el nombramiento de Papa. Y aunque no le gustemos no nos va a desheredar. Pero, tan propagandista de la misericordia, en lo que hace muy bien, me atrevería a pedirle que la usara también con la Iglesia y con la parte de la misma que cree lo que ella cree y procura vivir, pese a nuestras debilidades, como ella manda. ¿O mandaba?
¿Si un hijo le pide pan, el padre va a darle piedras?