Jesús: estos son tiempos de gran traición




Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Javier Viesca, México, sept 2015



Hijitos Míos, cuando Evangelicé a vuestros hermanos de aquél tiempo, y hablando con Mis apóstoles, Yo les dije que la Iglesia se mantendría viva hasta el fin del Mundo, que, ciertamente satanás la iba a estar atacando, desde que fuera creada, hasta el fin del Mundo.

Yo puse los cimientos para su creación, satanás, al ver la obra tan grande que hice y, especialmente, por haberMe quedado con vosotros en la Sagrada Eucaristía, desde ese momento empezó a atacar.

Ciertamente, a lo largo de estos 2000 años, ha tenido altibajos la vitalidad de Mi Iglesia, pero sigue viva. Estos son tiempos de una gran lucha espiritual y vosotros, los escogidos, los que estáis viendo este ataque, porque Mi Santo Espíritu, que Vive en vosotros, os está dando a conocer estos ataques, veis cómo satanás sigue destruyendo o queriendo destruir Mi Obra. Destruye la santidad de los sacerdotes, de las religiosas, destruye el deseo grande, con el que muchos sacerdotes empezaron su ministerio, pero luego se desviaron por las cosas del Mundo, destruye su espiritualidad, arrancándoles del corazón Mi Presencia, Mi Nombre, Mi Amor.

Destruye los Sacramentos, burlándose muchas veces de ellos y, así seguirá, Mis pequeños, tratando de destruir el mayor Tesoro que tenéis en las Tierra, un Tesoro que tenéis al alcance de vuestra mano, que ya no se aprecia como debiera apreciarse y no se le saca el valor, que se le pudiera sacar, hasta para santificaros.

Muchos traidores han habido dentro de la Iglesia y seguirán habiendo, estos son tiempos de la gran traición y lo estáis viendo, Mis pequeños, cómo Mis Palabras son tergiversadas, cómo a Mi Hija se Le hace a un lado, cómo a la Sagrada Eucaristía se le toma en forma sacrílega, o burlas dentro del mismo ministerio sacerdotal, contra lo que es Santo.

Mis pequeños, los que estáis Conmigo, llorad Conmigo todo este dolor que Me causan Mis ministros o aquellos que entraron con ése deseo de ser Mis sacerdotes o religiosas, y que Me han traicionado; aquellos Judas que están dentro de Mi Iglesia y que Me causan tanto dolor. Llorad Conmigo, el dolor que Me causan ésas familias que no quieren saber ya nada de Mí, que se han vuelto del Mundo o simplemente, prefieren creer más en Mi enemigo, y hasta lo adoran, creándole santuarios satánicos.

¡Cuánto dolor Me causa esta generación! Llorad Conmigo, lo que el hombre le está causando a su Dios. Yo, vuestro Salvador, Hijo del Padre, vine a salvaros, os vine a dar la Vida del Cielo y el hombre la ha despreciado.

Os amo, a pesar de vuestros errores, pero al momento de la Justicia, Seré duro con aquellos que tanto dolor Me han causado pero, que sobre todo, saben que Me están causando ése dolor y se mantienen ahí. Hay otros que Me causan dolor, pero porque han sido engañados, todavía ellos, con vuestra oración, pueden alcanzar salvación.

Orad, Mis pequeños, manteneos Conmigo, acompañadMe en ésos momentos en el Huerto, en el que lloré por todos vosotros, pero, principalmente por aquellos que han dañado Mi Corazón, lo están dañando y que todavía lo dañarán.

Soy vuestro Dios, cuando conozcáis Mi Amor, entenderéis cuánto dolor Me causa el hombre en Mi Sensibilidad Divina, los perdonaré, siempre y cuando vengan arrepentidos a Mí, pero, ¡ay!, de aquellos que permanezcan en sus burlas, en sus traiciones, porque para ellos sí Seré un Juez Severo.

DadMe alegría, Mis pequeños, ofrecedMe cosas bellas para olvidar el dolor que Me causan vuestros hermanos, porque es un dolor muy profundo y agudo.

Gracias, Mis pequeños.