Fui sanada en Medjugorje

Entrevista con Jamie Marich
“Medjugorje es una escuela para la vida” 


Jamie Marich es una joven Americana de ascendencia Croata quien vivió en Medjugorje por dos años y medio. Ella ayudaba a los peregrinos de habla inglesa, en la Aldea de la Madre. Poco antes de su viaje de regreso a los Estados Unidos, Lidija Paris habló con ella acerca de sus experiencias y de las razones de su venida y de su regreso.

¿Cuando viniste a Medjugorje por vez primera?JM: En Julio del 2000 aunque había estado anteriormente en Croacia cuatro veces. Terminé mis cuatro años de estudios universitarios y me acabo de graduar. Estaba viajando por seis semanas de Praga, en la República Checa, hacia Dubronik y vi en el mapa que Medjugorje quedaba a medio camino. Yo había oído a mi abuela hablar unas cuantas veces de Medjugorje y sabía que Nuestra Señora se aparecía desde 1981. La razón principal de mi venida acá, “iré y compraré ‘souvenirs’ para mi familia.” Prácticamente esa era la única razón de venir, hasta que llegué aquí. Durante todo el viaje me encontré como siendo ahogada por iglesias. Me encontraba en este punto de mi vida en que creía en Dios, pero estaba pasando por muchas dificultades y fui realmente tocada.
Yo creo que en este viaje, Nuestra Señora estaba empezando a enseñarme el camino. Cuando vine a Medjugorje, me bajé del bus esa tarde, un día de Julio, tome un cuarto en una pensión enfrente del correo y fui tocada con abundante gracia! Sentí dentro de mi una voz que decía: : “Lo que pase aquí, créelo!” Yo no puedo explicarlo, no eran palabras humanas. Así que todo lo que pasó aquí, lo creí!
¿Qué pasó después de tu llegada?
JM: 
Esa tarde, compré un libro sobre los acontecimientos, y yo dije: ¡esto tiene sentido! Es la primera espiritualidad con la que me he encontrado que tiene sentido. Lo que Nuestra Señora enseña aquí es lo que la Escritura y la Iglesia han enseñado a través de los años. Pero ella usó Medjugorje como el camino para enseñarme eso a mi.
En la mañana siguiente, después de mi venida, fui a la Misa en Inglés y escuché la homilía que creo fue hecha para mi en ese tiempo preciso, ese día particular en mi vida, y supe que la Iglesia Católica era la respuesta para mi, que yo encontraría sanación aquí.

¿De qué fuiste sanada?
JM: 
De muchas cosas,  tenía una confusión espiritual. De adolescente yo odiaba a Jesús, odiaba la Iglesia porque para mi eso era la causa de problemas entre mis padres. Me odiaba a mi misma, siempre acentuaba lo negativo en mi, siempre deseaba la aprobación y la atención de todo el mundo. Como muchos jóvenes en los Estados Unidos, tenía una historia de abusar de las drogas y el alcohol. 

Aquí, Dios me ha puesto las personas y las herramientas espirituales para ir a Jesús cuando estoy en dificultad y no a las drogas. Esta es la manifestación más obvia de mi sanación. He sido sanada grandemente. Una cosa he aprendido, que la sanación es un proceso. Cada vez que me siento en una iglesia en adoración, me sano de algo más, porque lo pongo en las manos de Jesús, en Su presencia.
Eso es lo que se me ha dado aquí, el amor y la confianza en Jesús y el amor a la Iglesia.

¿Tu decidiste quedarte en Medjugorje?
JM: No, primero regresé a los Estados Unidos. Yo estaba haciendo mi curso de post grado, que yo odiaba, y me encontraba en un laberinto con mi vida personal, yo sabía que tenía que hacer algún retiro espiritual, tener un tiempo de sanación espiritual, y así que hice los arreglos para visitar Mejugorje por 6 semanas.
Llegué acá el 1º de Diciembre del 2000, una semana después de la muerte del Padre Slavko, pero yo no tenía idea de quien era él. Más tarde me di cuenta que el día después de que el Padre Slavko murió, fue el día que yo hice mi decisión de venir a Medjugorje, y le digo a la gente, muy en serio, que mi vida fue una de las primeras parejas que él salvó cuando llegó al cielo.
Me quedé seis semanas; me confesé por primera vez después de nueve años, y desde ese momento Dios continuó trayendo gente a mi vida, quienes fueron capaces de ayudarme, capaces de ayudarme en el proceso de sanación, ayudarme a aprender a cerca de la Iglesia, a aprender como crecer cerca de Cristo.
¿Qué has estado haciendo en Medjugorje?JM: Después que vine, me encontré con el Padre Svetozar quien sabía que había hecho mis estudios universitarios en Inglés y que también había impartido algunas clases en Inglés, me preguntó si podía ayudar en la Villa de la Madre con el idioma y acepté. También empecé a ayudar con la música en las Misas de Inglés y en Mayo del 2001 pasé a ser directora de música y liturgia para las Misas en Inglés y lo he estado haciendo por dos años consecutivos. Ha sido una gran bendición. Mi madre es católica y mi padre protestante y yo crecí con una confusión espiritual. El conocer aquí a católicos de todas las partes del mundo, especialmente las personas que hablan Inglés, ha sido una bendición para mi. He conocido gente de Irlanda, de Inglaterra, de Canadá, de Singapur, Australianos, de Nueva Zelandia y ha sido un regalo maravilloso para mi, aquí, en medio de la gente Croata, en la tierra de mis ancestros! He podido conocer el mundo y aprender música de todas partes del mundo. También tuve el privilegio de ayudar a editar textos en Inglés para la página web! Para mi fue un gran reto aprender el idioma Croata, el cual entiendo bastante. Aquí aprendí a tocar guitarra y el año pasado fui capaz de grabar un CD con una colección de algunas de las canciones que yo escribí, inspirada por Medjugorje. Nunca pensé que tenía esa habilidad. Y así puedo seguir hablando por horas.
¿Qué más recibiste en Medjugorje?JM: El vivir en Medjugorje por dos años y medio ha sido una escuela para mi. He aprendido muchísimo sobre las relaciones humanas, acerca de la belleza y la fragilidad del corazón humano. Realmente, Jesús es la respuesta para la sanación. Jesús nos pone personas en el camino para ayudarnos en este proceso de sanación. Aquí he conocido muy buenos amigos que de otra manera no hubiera sido posible, Dios puso a estas personas en mi vida. Aquí en Medjugorje conocí a uno de mis amigos más queridos y vive sólo a una hora de mi casa en los Estados Unidos, pero lo conocí aquí.
¿Qué acerca de las apariciones?JM: Creo en ellas con todo mi corazón porque he experimentado el fruto. Humildemente hablando, me gusta decir que soy un fruto de Medjugorje. A como yo estaba hace dos años y medio, nada pudo haber causado este cambio espiritual de mi corazón, más que los Mensajes de Medjugorje. He estado presente en apariciones y creo, siento la presencia de Nuestra Señora. También veo los frutos de las apariciones en las personas que he conocido. Espero haya podido explicarme, pero el mejor testimonio que puedo ofrecer es mi propia sanación, mi propia vida. Sin importar lo que pase aquí, nada va a cambiar el hecho de que yo estoy enamorada de Jesucristo y de su Iglesia.

¿Qué has dado tu?JM: Eso se lo deberías de preguntar a las personas. Mi esperanza es que yo haya contribuido de alguna manera con los dones que tengo, para la gloria de Dios, y yo creo, que esa es la parte importante porque todo lo que hice anteriormente en mi vida lo hice para mi propia gloria o para probarme que yo lo podía hacer. Aquí he aprendido a dejar a un lado mis necesidades y a hacer todo lo que tenga que hacer, para la gloria de Dios y de su Iglesia.
¿Te vas de Medjugorje ahora?
JM: 
¡Próximo capítulo de mi vida! Me regreso a los Estados Unidos y completaré mi post grado en la Universidad Franciscana de Steubenville la cual apoya a Medjugorje y los frutos de Mejugorje. Yo quedé muy impresionada por el amor que se le tiene a Nuestra Señora en los círculos académicos y el compromiso con Jesucristo y su Iglesia. Siento que se me está dando una segunda oportunidad en la Universidad porque cuando terminé mis primeros estudios universitarios, se me subió el título a la cabeza, pienso que lo hice todo por mi, porque necesitaba un buen trabajo y ni una sola vez oré. Ahora estaré estudiando para consejería sicológica con un profesor católico, con un perspectiva cristiana. ¡Estoy muy emocionada con esto! Ahora voy a estudiar de nuevo, pero ahora oraré también. Tengo la convicción de que Dios usará mis conocimientos para ayudar a la gente. De verdad, siento que se me ha dado una segunda oportunidad.
Regreso a casa porque creo que el campo de misión es increíblemente mucho más grande. Desde que vivo aquí en Medjugorje, he regresado tres veces a los Estados Unidos y te digo que la pobreza espiritual y la falta de fe son increíbles. Es una cultura de seguir la corriente del mundo, donde el ser amado y aceptado a los ojos del mundo es lo que importa. Muchos jóvenes están faltos de fe, faltos de Cristo y es muy difícil, muy difícil.
¿Nunca pensaste en quedarte en Medjugorje?JM: Lo pensé en algún momento, pero yo verdaderamente creo en el pasaje de la Transfiguración. No estamos supuestos a instalar nuestras tiendas aquí, es tiempo de bajar de la montaña! Muchas personas me han dicho: cómo puedes dejar este lugar!!?? Pero yo tengo paz en mi corazón porque creo que es mi tiempo de bajar de la montaña y llevar a mi país natal lo que he aprendido sobre Cristo. Espero volver en una peregrinación. Me voy con mucha paz y muy feliz y no podría pedir más.