La Iglesia de los pobres es una falsa Iglesia


Francisco: "La opción por los pobres es una categoría teológica. Quiero una Iglesia pobre para los pobres. La nueva evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas"

DenzingerBergoglio.com:

En sus dos mil años de historia, la Iglesia siempre se distinguió por su amor y desvelo maternal hacia los pobres, tanto que muchos Pontífices hablaron de una “opción preferencial” por ellos. Sin embargo, el sentido de esta penosa condición a que el hombre está sujeto parece estar sufriendo una extraña metamorfosis… ¿Qué nos enseña el Magisterio sobre la pobreza? ¿Por qué la Iglesia se preocupa por los pobres, y cómo comprendió siempre esta ardua condición humana? ¿La Iglesia debe ser pobre? ¿En qué sentido?

Francisco

¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres! (Encuentro con los representantes

Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica. Dios les otorga “su primera misericordia”. Esta preferencia divina tiene consecuencias en la vida de fe de todos los cristianos, llamados a tener “los mismos sentimientos de Jesucristo” (Flp 2,5). Inspirada en ella, la Iglesia hizo una opción por los pobres entendida como una “forma especial de primacía en el ejercicio de la caridad cristiana, de la cual da testimonio toda la tradición de la Iglesia”. Esta opción —enseñaba Benedicto XVI— “está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza”. Por eso quiero una Iglesia pobre para los pobresEllos tienen mucho que enseñarnos. Además de participar del sensus fideien sus propios dolores conocen al Cristo sufriente. Es necesario que todos nos dejemos evangelizar por ellosLa nueva evangelización es una invitación a reconocer la fuerza salvífica de sus vidas y a ponerlos en el centro del camino de la Iglesia. Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos. (Exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 198)

Enseñanzas del Magisterio

Tabla de contenido
I – ¿Quién nos salva, Cristo o la pobreza?
II – 
Cómo la Iglesia siempre entendió la pobreza y por qué se preocupa con los pobres
III –
 ¿La Iglesia debe ser pobre? ¿En qué sentido?
IV –
 Los santos, ricos o pobres, son los verdaderos evangelizadores en la Iglesia

I – ¿Quién nos salva, Cristo o la pobreza?


Congregación para la Doctrina de la Fe-El lugar teológico fundamental es la fe apostólica. Poner los pobres como punto de partida es desvirtuar la fe
San Ambrosio-La pobreza material no es bienaventurada en sí misma
-Ni son bienaventurados todos los pobres
Juan Pablo II-El pobre de la bienaventuranza no es el indigente
Congregación para las Causas de los Santos-Un indigente puede ser egoísta y apegado a la única moneda que posee
Juan Pablo II-Son bienaventurados los ricos de Dios, tengan o no bienes materiales
Pío XI-Ricos y pobres deben tener su mirada fija en el cielo
León XIII-Para alcanzar la felicidad eterna no importa ser rico o pobre
San Juan Crisóstomo-La pobreza es buena según los sentimientos de los que la padecen
Santo Tomás de Aquino-La perfección no consiste en la pobreza, sino en seguir a Cristo
-La suma perfección puede coexistir con una gran opulencia: el ejemplo de Abrahán
-Nada impide que de la pobreza nazca un vicio
San Basilio Magno-La pobreza no salva al pobre
Congregación para la Doctrina de la Fe-La Iglesia recibe de Cristo la verdad de salvación que ofrece al mundo
-Por la fuerza del misterio pascual Cristo nos ha salvado
Juan Pablo II-La salvación no puede venir más que de Jesucristo
Congregación para la Doctrina de la Fe-La redención operada por Cristo se hace eficaz mediante los sacramentos
Juan Pablo II-Sólo el que sufre en unión con Cristo y la Iglesia puede tener parte en el sufrimiento redentor

II – Cómo la Iglesia siempre entendió la pobreza y por qué se preocupa con los pobres


Juan Pablo II-El amor de la Iglesia por los pobres pertenece a su constante tradición
Pablo VI-La misión de la Iglesia no se reduce a un proyecto temporal
Benedicto XVI-Hay muchas pobrezas además de la material
Catecismo de la Iglesia Católica-El amor de la Iglesia por los pobres abarca no sólo la pobreza material, sino también la cultural y espiritual
Juan Pablo II-Primacía en la atención a la pobreza espiritual
Pío XI-Nadie es más pobre que aquél que carece de la gracia
Congregación para la Doctrina de la Fe-La primera pobreza es la de no conocer a Cristo
-La miseria humana es signo de la necesidad de salvación
Pablo VI-La solicitud de la Iglesia por las necesidades de los hombres nace del deseo de iluminarlos con la luz de Cristo
Sagradas Escrituras-La opción preferencial de Cristo es por la evangelización de los pobres
Juan Pablo II-El mayor bien que podemos dar a los pobres es el Evangelio
Congregación para la Doctrina de la Fe-La preocupación por el pan material no puede sustituir la evangelización
Juan Pablo I-La caridad de la Iglesia quedaría incompleta si no apuntara a la vida eterna
Benedicto XVI-El testimonio de la caridad debe estar acompañado del anuncio de la verdad
Pío XII-Las redenciones materiales deben tener por base la elevación moral
Juan Pablo II-Los deberes para con los pobres se radican en su dignidad de hijos de Dios
Pablo VI-La opción por los pobres tiene por objeto elevarlos a una vida conforme a su dignidad de hijos de Dios
Benedicto XVI-Para cambiar las estructuras sociales injustas es necesario centrar la atención en la salvación eterna
Pontificio Consejo Justicia y Paz-La Iglesia es conciente que no es posible erradicar la pobreza de la tierra

III – ¿La Iglesia debe ser pobre? ¿En qué sentido?


Juan Pablo II-No se trata de añadir pobreza a la de los pobres, sino de enriquecer a los demás
-La pobreza evangélica es la submisión de todos los bienes al Bien supremo de Dios
Juan XXII-Cristo y sus Apóstoles tuvieron bienes materiales
Juan XXIII
-Jesucristo tenía una caja para su Iglesia
Juan Pablo II-Es derecho de la Iglesia poseer y admnistrar bienes temporales
Benedicto XVI-Cuando movimientos pauperísticos se llevantaron contra una Iglesia rica y hermosa, las órdenes mendicantes se les opusieron
Pío X-La reverencia despertada por la magnificencia de la Iglesia es un honor tributado a Cristo
Juan Pablo II-La Iglesia no teme “derrochar” en el culto a Dios
Oficina para las celebraciones litúrgicas del Sumo Pontífice
-En el culto, no se debe confundir “noble sencillez” con “pobreza litúrgica”
Concilio Vaticano II-Para el esplendor del culto, los objetos sagrados deben ser dignos y bellos
San Francisco de Asis-Todo lo que concierne al santo sacrificio sea precioso
-Dondequiera que esté indebidamente colocado el Santísimo Sacramento, que se ponga en lugar precioso
Benedicto XVI-El amor no repara en gastos; la preocupación de Judas por los pobres era el disfraz de su egoísmo
León XIII-Es celo por la salvación de los fieles realizar ceremonias con pompa y esplendor
Oficina para las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice
-La Iglesia atraerá al hombre, rico o pobre, llevando el manto real de la verdadera belleza

IV – Los santos, ricos o pobres, son los verdaderos evangelizadores en la Iglesia


Juan Pablo II-La Iglesia es universal y no de una sola clase
Benedicto XVI-Evangelizar es anunciar a Jesucristo, único Salvador, sin reducciones sociológicas
Juan Pablo II-La unión con Cristo es la que nos hace evangelizadores
-La santidad es el presupuesto fundamental de la misión salvífica de la Iglesia
Pablo VI-El primer medio de evangelización es la santidad
Benedicto XV-Para ser apóstol es necesario huir del pecado y practicar la virtud