Se enfrenta a 20 años de cárcel por exponer a Planned Parenthood

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David Delaiden, autor de los vídeos que han destapado el escándalo de Planned Parenthood, está acusado de manipular un registro gubernamental y de violar la prohibición de compra y venta de órganos. 
Diez vídeos han hecho temblar a Planned Parenthood, el gigante del aborto estadounidense que se creía invencible gracias al apoyo y la financiación recibidos por parte del Gobierno del presidente Barack Obama. Diez vídeos grabados con cámara oculta en los que directivos de esta organización abortista negociaban la venta de órganos de los fetos abortados en sus clínicas.
El responsable de esta investigación a Planned Parenthood realizada durante más de tres años es David Delaiden, que ahora podría enfrentarse a una pena de cárcel por haber destapado uno de los mayores escándalos del negocio del aborto en los últimos años.
El gran jurado del estado de Texas, en Estados Unidos, ha acusado a Delaiden de dos delitos por los que podría ser condenado a 20 años de cárcel: un delito grave relacionado con “la manipulación de un registro gubernamental” y un cargo menor por violar la ley de Texas sobre el tráfico de órganos humanos.
Los cargos por manipulación están relacionados con la utilización por parte de los investigadores de identificaciones falsas para tener acceso a las reuniones confidenciales y eventos con altos funcionarios de Planned Parenthood. En estas reuniones, los directivos de Planned Parenthood exigieron entre 35 y 100 dólares por los órganos de los bebés abortados y bromearon con la oportunidad de “comprarse un Lamborghini” a costa de la venta de las partes de los fetos.
El gran jurado de Texas considera que los investigadores falsificaron su identidad con el ánimo de “hacer daño a Planned Parenthood”, por lo que tanto Delaiden como Merritt se enfrentan a una posible condena de 20 años de cárcel. En los vídeos, una ex trabajadora cuenta cómo en una ocasión le ordenaron extraer el cerebro de un feto mientras todavía vivía para conservar mejor el órgano para su posterior venta. 
La segunda de estas acusaciones pretende condenar a Delaiden por ofrecerse a comprar órganos humanos en el transcurso de su investigación, a pesar de que la oferta sólo se realizaba para obtener una confesión de los directivos de Planned Parenthood con los que se entrevistaba. Delaiden y una compañera, Sandra Merritt, se presentaban como presuntos compradores de tejido fetal y negociaban el precio de los órganos que les ofrecían los encargados de las clínicas abortistas de Planned Parenthood sin saber que estaban siendo grabados por una cámara oculta.
Mientras Planned Parenthood queda libre de acusaciones a pesar de haber ofrecido órganos humanos a los dos investigadores que se hacían pasar por compradores, Delaiden y Merritt podrían acabar entre rejas por haber acusado al gigante del aborto de traficar con los restos de los bebés abortados.
“Los cargos presentados contra Daleiden y Merritt de ninguna manera disminuyen la abrumadora evidencia obtenida por mostrando que Planned Parenthood está involucrado en la venta de tejido fetal”, aseguran los abogados defensores de los investigadores, que recuerdan que el verdadero delito se encuentra en el tráfico de órganos humanos denunciado en los vídeos.
Los dos investigadores que han conseguido que varios estados retiren la financiación pública a Planned Parenthood gracias a la publicación de sus vídeos se han entregado a las autoridades y se han mostrado dispuestos a demostrar su inocencia ante los tribunales en Texas.
En los últimos meses, Planned Parenthood, el mayor proveedor de abortos de Estados Unidos, se ha visto obligado a tratar de limpiar su imagen después de la publicación de diez vídeos en los que miembros de la organización proporcionaban escalofriantes testimonios sobre lo que sucedía en el interior de las clínicas abortistas.


Asimismo, la organización abortista se ha enfrentado a la pérdida de la financiación pública por parte del Estado después de que tanto la Cámara de Representantes como el Senado aprobaran un proyecto de ley para retirarle los fondos públicos mientras durara la investigación por supuesto tráfico de órganos. Finalmente, Obama ha salido en defensa de la multinacional abortista y ha vetado el proyecto de ley aprobado en el Congreso, prometiendo que jamás permitirá mientras sea presidente que le sean retirados los fondos públicos a la organización.