La parábola del saco de patatas



. ¡Una bolsa demasiado pesada! Hace algunos días, en la misa vespertina, el sacerdote relató la siguiente parábola en el curso de su homilía: Un hombre regresa de su trabajo y encuentra una enorme bolsa de papas (patatas) cerca de la puerta de su casa, entorpeciendo el paso. Su hijito sale a su encuentro feliz de recibirlo, pero allí está la bolsa mucho más voluminosa que el pequeño. El padre le dice a su hijo: “¡Corre la bolsa para que podamos abrir la puerta por completo!” El niño intenta moverla, pero no logra desplazar ese enorme bulto ni un solo milímetro. “No puedo papá, ¡es demasiado pesada!” “Sí que puedes, le responde su padre, ¡vamos córrela!” El niño lo intenta nuevamente, pero no puede moverla de ninguna forma. “No puedo, papá” se queja nuevamente. 


“Sí que puedes”, insiste el padre. El niño vuelve a probar, con todas sus fuerzas, pero sin éxito. “Papá, lo intenté con todas mis fuerzas, hice
realmente todo lo posible pero esta bolsa es demasiado pesada para mí”.page1image23856 page1image24016
“No, mi amor, ¡no has hecho todo lo posible!”

El niño mira intrigado a su padre.


“No lo has hecho todo, le explica el padre, no me has pedido que te ayude”.
Y allí el niño comprende. No había utilizado sus verdaderos recursos; no había pensado que tener un padre significa multiplicar sus capacidades. Tener un padre permite superar sus propios límites. ¡Tener un padre da alas!


Esta parábola es muy apropiada para hoy en día cuando el hombre quiere hacerlo todo por sí mismo y no pide la ayuda de Dios. Trabaja con todas sus fuerzas, empleando todas sus capacidades naturales para construir un mundo a su conveniencia y se da cuenta con angustia de que la felicidad se le escapa y que este mundo está a la deriva. 

La montaña de sus problemas es tan grande que no logra superarlos. Sin embargo, el Padre Celestial espera que su hijo se dirija a Él en lugar de ignorarlo o, peor aún, de echarlo fuera de su vida. 

“Ustedes trabajan mucho, nos dice la Virgen, ¡pero sin la bendición de Dios!” 

¿Por qué vivir por debajo de nuestros medios y perdernos las grandes riquezas que Dios nos ofrece? Estamos hechos para el Infinito y llevamos en nuestro interior una profunda nostalgia por él. Ha llegado la hora de acoger el amor infinito de nuestro infinito Padre Celestial, según la expresión del mensaje del día 2 arriba citado. 

Children of Medjugorje