El Vaticano no quiere evangelizar a los judíos

Extracto de entrevista a Mons. Dr. Athanasius Schneider O.R.C., obispo titular de Celerina y obispo auxiliar en Astana, Kazakhstan, por el John Henry Newman Center of Higher Education, Hungary, Sümeg, 6 March 2016. Traducido por religiónlavozlibre



-Daniel Fülep: Hace cincuenta años, se promulgó la declaración Nostra Aetate (en el Concilio Vaticano II.) Su cuarto artículo presenta la relación entre la Iglesia Católica y el pueblo judío en un nuevo marco teológico. Esta escritura es uno de los documentos del concilio más problemáticos y controvertidos, entre otras cosas, debido a las declaraciones acerca de los judíos. Y ahora, en este semi-centenario, un nuevo documento fue escrito por el cardenal Kurt Koch, en nombre de la Santa Sede, en el que podemos leer que "la Iglesia católica no lleva a cabo ni apoya ningún trabajo institucional misionero específico dirigido a los judíos." Entonces, el mandato misionero de Jesús ¿ya no es válido?


-Mons Schneider: Es imposible porque sería absolutamente contrario a la Palabra de Cristo. Jesucristo dijo: "No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel" (Mt 15,24). Y su misión continúa, no la ha abolido. Dijo: "id a todas las naciones y haced discípulos míos" y no:  "id a todas las naciones excepto a los judios". La declaración anterior implica esto. Esto es absurdo. Esto está en contra de la voluntad de Dios y en contra de toda la historia de la vida de la Iglesia en dos mil años. La Iglesia siempre ha predicado a todo el mundo, independientemente de la nación y de su religión. Cristo es el único Redentor. Hoy en día los judios rechazan el pacto de Dios. Sólo hay un pacto de Dios: la Antigua Alianza fue sólo una preparación y logró su objetivo en la Nueva y Sempiterna Alianza . Esa es también la enseñanza del Concilio Vaticano II: "El propósito principal al que se dirige el plan del antiguo pacto era prepararse para la venida de Cristo. Dios, inspirador y autor de ambos Testamentos, dispuso sabiamente que el Nuevo Testamento estuviera escondido en el Antiguo y el Antiguo se manifestara en el Nuevo "(Dei Verbum, 15-16). Los judíos rechazaron esta Alianza divina, ya que Jesús les dijo: "el que me aborrece a Mí, también aborrece a Mi Padre" (Jn 15,23). Estas palabras de Jesús siguen siendo válidas para los judíos de hoy: "El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán" (Mc 13,31). Y Jesús dijo que quien no me acepta, no puede ir al Padre. [34] Cuando los judíos de hoy rechazan a Cristo, rechazan al Padre y su pacto, también. Debido a que sólo hay, en última instancia, una Alianza única, no dos alianzas: la Antigua fue superada por la Nueva Alianza. Porque hay un solo Dios, no  dos dioses: un Dios del Antiguo Testamento, y un Dios del Nuevo Testamento. Esta es la herejía gnóstica. Esta es la doctrina de los fariseos y del Talmud. Hoy en día los judíos son los discípulos de los fariseos talmudistas, que rechazaron el pacto de Dios en su Nueva y Eterna Alianza. Sin embargo, los judíos sólo en el Antiguo Testamento - los profetas, Abraham y Moisés - aceptaron a Cristo. Jesús dijo esto, así que tenemos que señalarlo, también. 


-D. Fülep: Mientras que Nostra Aetate, estrechamente relacionada con Juan Pablo II, llamó a los judíos "hermanos mayores", el Papa Benedicto XVI usa la fórmula "padres en la fe". Pero los judios en el Antiguo Testamento y el judaísmo talmúdico son dos cosas muy diferentes, ¿no es cierto? 

-Mons Schneider: Sí, por supuesto. Desafortunadamente, estas expresiones de estos dos papas son también en cierto grado ambiguas. No son claras. Así que cuando estas palabras se expresan en el sentido de que los judíos son nuestros hermanos mayores, hay que señalar que sólo los judios del Antiguo Testamento - los profetas, Abraham y todos los santos del Antiguo Testamento - son nuestros hermanos mayores. Esto es correcto porque ya aceptaron a Cristo, no explícitamente, sino a nivel de los prefiguras y símbolos, y Abraham aun de manera explícita, como Cristo mismo dijo: "Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se alegró., "(Juan 8,56). Pero ¿cómo podemos decir esto sobre judíos de hoy del Talmud que rechazan a Cristo y no tienen fe en Cristo y en la Santísima Trinidad? ¿Cómo pueden ser nuestros hermanos mayores si no tienen fe en Cristo? ¿Qué se supone que me van a enseñar? Yo tengo fe en Cristo y en la Sma. Trinidad. Pero ellos rechazan la Trinidad, así que no tienen fe. Por lo tanto nunca pueden ser mis hermanos mayores en la fe.