Utah declara la pornografía, problema de salud pública

El gobernador de Utah, el republicano Gary Herbert, de 68 años y padre de seis hijos, ha saltado hoy a los titulares de prensa al firmar la primera resolución en la que califica a la pornografía como un problema de salud pública con múltiples implicaciones en la sociedad y en las familias. 


Herbert, mormón, es gobernador de Utah desde 2009, fue educado en la Universidad de Brigham Young y antes de entrar en la política trabajó como agente inmobiliario en Salt Lake City, sede, justamente, de los mormones en Estados Unidos.

Utah pasa a ser el primer Estado que promueve una iniciativa de esta naturaleza. Lo hace, dijo Herbert, ante el problema de “crisis de salud” pública que está produciendo el consumo de pornografía en todo el país.

Cabe destacar que Estados Unidos es el principal productor y consumidor de videos pornográficos en el mundo.

“Somos conscientes de que esta es una afirmación audaz y que algunos no estarán de acuerdo con nosotros: pero reconozcamos que estamos aquí para decir con nuestra afirmación audaz que la pornografía es una crisis de salud”, dijo el gobernador de Utah ante representantes de la comunidad presentes en el acto de firma de la proclama.

Un signo contra la objetivación y la trata

Cabe señalar que se trata de eso, de una proclama que no tiene validez legal y carece de la posibilidad de prohibir la pornografía en el Estado de Utah, sin embargo –con ella—la entidad muestra claramente cuál es su posición ante esta “industria”.

Dos son los ejes de la proclama. El primero, el reconocimiento de la educación para prevenir, educar e investigar la exposición y los efectos de la pornografía, y el segundo, generar conciencia de los prejuicios que se causan sobre todo en la mujer usada como “objeto y materia prima” del espectador.

En la sesión del lanzamiento de esta proclama estuvieron presentes colectivos que protegen de la explotación a las mujeres en Estados Unidos.

También defensores de los derechos de los niños, pues según lo anotado por el gobernador Herbert, este “negocio” aumenta la trata de personas y el uso de niños como objetos sexuales.


Otro aspecto de la proclama es que los trabajadores de informática en el Estado están obligados a informar a las autoridades de toda comunicación que descubran que contenga pornografía infantil. En caso de no hacerlo podrían enfrentar cargos muy severos.