El millonario Soros financia a los movimientos pro-inmigración masiva La GAceta.es
Soros financia No Borders a través de la ONG Open Society Foundation, organización bien conocida por otras acciones como el derrocamiento de Milosevic en Serbia, la promoción del flujo masivo de inmigrantes hacia Grecia o la financiación del Colectivo contra la Islamofobia en Francia.
El multimillonario George Soros –la décimo sexta fortuna en la lista Forbes de 2015- figura entre los mecenas más destacados del grupo anarquista europeo “No borders”, célebre en los últimos meses por sus acciones de apoyo a los inmigrantes ilegales de Calais (entre otras cosas, el asalto de un ferry). La vinculación de Soros la confiesa la propia organización en su web. Soros financia No Borders a través de la ONG Open Society Foundation, organización bien conocida por otras acciones como el derrocamiento de Milosevic en Serbia, la promoción del flujo masivo de inmigrantes hacia Grecia o la financiación del Colectivo contra la Islamofobia en Francia.
Hay que decir que Soros cuenta con muy notable compañía en la lista de mecenas de No Borders: el Consejo de Europa, la Comisión Europea, los grupos socialista y verde del Parlamento Europeo, el ministerio del Interior británico, el conglomerado empresarial suizo Migros y, por parte española, la Comunidad de Madrid, entre otros muchos apoyos. No Borders recibe todo este dinero a través de una entidad denominada “United for Intercultural Action” cuyo lema es “red europea contra el nacionalismo, el racismo, el fascismo y en apoyo de inmigrantes y refugiados”. Esta red existe desde 1999 y siempre ha trabajado para la desaparición de toda frontera en Europa. En Calais actúa bajo la etiqueta “Calais Migrant Solidarity”.
La ciudad francesa de Calais lleva meses siendo escenario de serios enfrentamientos entre los inmigrantes ilegales allí acantonados y los vecinos del lugar. Ese paisaje de tensión ha convertido a Calais en punto de referencia para los que pregonan la apertura absoluta de las fronteras europeas y los que, al contrario, defienden la preferencia nacional sobre este punto. Hace dos semanas, una manifestación de militantes del grupo anarquista No Borders, a la que se sumaron numerosos inmigrantes, terminó abordando un ferry y llenando de pintadas una estatua del general De Gaulle. Una semana después, militantes franceses convocados por Pegida se manifestaban contra la islamización de Europa. La policía reprimió duramente esta protesta y, entre otros gestos de gran polémica, detenía al general Piquemal, ex jefe de la Legión y presidente de la Unión Nacional de Paracaidistas.
George Soros nunca ha ocultado su implicación en todo género de iniciativas mundialistas y anti-nacionales. Como ya informó Gaceta.es, el presidente húngaro Viktor Orbán le acusó de ser miembro destacado de un círculo de "activistas" que tratan de minar a las naciones europeas fomentando la migración de cientos de miles de 'refugiados'. "Su figura es quizá el epítome de quienes apoyan cualquier cosa que debilite a los estados, quienes fomentan todo lo que cambie el estilo de vida tradicional europeo", afirmó Orbán en una entrevista concedida a la cadena de radio pública Kossuth. "Estos activistas que apoyan a los inmigrantes acaban formando parte sin darse cuenta de la red internacional de tráfico de personas". El propio Soros confirmó la acusación en un mail dirigido al grupo de información financiera Bloomberg: “Su plan –criticaba Soros a Orbán- trata la protección de las fronteras nacionales como el objetivo y los refugiados como un obstáculo.Nuestro plan trata la protección de los refugiados como el objetivo y las fronteras nacionales como el obstáculo".
Son ya numerosas las informaciones que acreditan el vínculo entre la gran finanza internacional y el fenómeno de la inmigración masiva que ha conocido Europa en los últimos meses. A título de ejemplo, el think-tank alemán IFO, de la órbita de Angela Merkel, ha elogiado la afluencia masiva de inmigrantes como una oportunidad para derogar el salario mínimo. En la misma línea se han pronunciado importantes financieros franceses. Este fin de semana, por cierto, la CDU, el partido de Merkel, aprobaba excluir del salario mínimo a los inmigrantes “para facilitar su integración”.
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