Existe un ataque global programado (Ob. Reig Pla)

Un ataque global: las distintas piezas del puzle
El proceso de deconstrucción de la persona, del matrimonio, de la familia, de la escuela y de la sociedad viene de lejos. Es esencial no contemplar las distintas piezas del puzle de forma atomizada. Nos encontramos, en efecto, ante un ataque global programado, científica y sistemáticamente, contra el orden de la creación-encarnación-redención: injusticia social (con la síntesis del marxismo y el liberalismo), ecología idolátrica y fragmentada, anticoncepción, esterilización, aborto, “amor romántico”, divorcio, “amor libre”, técnicas de reproducción asistida, ‘pornificación’ de las relaciones personales y de la cultura, sexualidad sin verdad, usurpación deliberada de la filiación natural de los niños, manipulación arbitraria de la anatomía, de la fisiología y de la identidad personal, eutanasia y suicidio asistido, “poliamor”, realidad virtual sustitutiva, manipulación y mejoramiento genético de embriones, bio-neuro-ingeniería posthumanista, etc. son sólo una parte de los escalones, programados, científica y sistemáticamente, en orden a la deconstrucción de la “identidad-misión”, querida por Dios para el ser humano. Toda persona humana posee una verdad integral que sólo es alcanzada cuando la contemplamos en su unidad sustancial cuerpo-espíritu, en la diferencia varón-mujer, en la llamada a la comunión con el prójimo y en la vocación a adorar y amar, sobre todas las cosas, al único Dios verdadero. Esta es la verdadera ecología humana integral que debe ser cultivada en la familia cristiana (Cf. Papa Francisco, Laudato Si’ 137-162 y San Juan Pablo II, Centesimus annus 37-39).
No a la censura pública de Dios y a la dictadura de lo políticamente correcto
En todo este proceso, el “asalto” al lenguaje, en orden al cambio de paradigmas, ha sido esencial. Por esto, reivindicamos la “despenalización” de las palabras “prohibidas” culturalmente: esposo, esposa, padre, madre, hijo, hija, varón, mujer y Dios. En este sentido constatamos que la estructura jurídica del Estado en materia de matrimonio, familia y vida se ha constituido en una «estructura de pecado» (Cf. San Juan Pablo II, Encíclicas Sollicitudo rei socialis, 36-40 y Evangelium vitae, 24). Nos dirigimos hacia una dictadura “confesional” constructivista por un lado y nihilista por otro, actualmente en la “fase” de “ideología de género que podría evolucionar hacia el siguiente nivel: el transhumanismo.
Un trípode necesario


    La familia cristiana, la comunidad eclesial y la escuela católica constituyen el trípode donde es posible formar todos los aspectos de la persona amándola por sí misma. «Como la verdadera educación debe procurar la formación integral de la persona humana, en orden a su fin último y, simultáneamente, al bien común de la sociedad, los niños y los jóvenes han de ser educados de manera que puedan desarrollar armónicamente sus dotes físicas, morales e intelectuales, adquieran un sentido más perfecto de la responsabilidad y un uso recto de la libertad, y se preparen a participar activamente en la vida social» (Código de Derecho Canónico, 795).

    + Juan Antonio Reig Pla
    Obispo de Alcalá de Henares,
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