Bergoglio elige la inmigración sobre el aborto, como mayor tragedia

No muros, sino puentes



El 22 de marzo, Bergoglio afirmó que los inmigrantes que intentan llegar a los países occidentales suponen la mayor tragedia desde el final de la 2ª Guerra Mundial. Y tiene razón en una cosa: es una tragedia, pero no tanto para los que quieren entrar, sino para los pobladores que los reciben. El Presidente Erdogan ha amenazado: ”Si Europa sigue por este camino, no habrá un solo europeo en el mundo que pueda caminar seguro por las calles” e instó a los inmigrantes turcos: ‘Sois el futuro de Europa. Tened cinco hijos’ 

En los medios de información alternativos, a diferencia del silencio u ocultación de los demás medios que sintonizan con las políticas “anti identidad” nacional europea, se multiplican las denuncias del acoso musulmán inmigrante en forma de asaltos, violaciones -incluso de niños-, asesinatos, o la brutalización de los cristianos en los centros de acogida comunes, vandalización, ocupación forzosa de propiedades o pisos para alojar a la avalancha extranjera, protestas por acoso en piscinas públicas y en colegios, por no hablar de los actos terroristas propiamente dichos. Este rechazo creciente a la inmigración forzada se demuestra en el aumento en la intención de voto de los europeos por partidos nacionalistas o en el éxito del Brexit.


Si a esto sumamos la reciente e inaudita aprobación de la ley antiblasfemia en Canadá, que si opera como en los países de la Sharia, puede condenar a muerte o a la cárcel a quien critique el Corán o a Alá, incluso infundadamente, como ya ocurre en territorios orientales para deshacerse del cristiano "molesto" y apropiarse así de su negocio, tierras, hijas etc., ya tenemos una perspectiva sobre el futuro de occidente.

Pero lo chocante es, que el que se supone que representa a Jesucristo, impulse tan descaradamente algo que no deja de ser una invasión enemiga que a lo largo de la historia se ha demostrado desgraciada para los países de origen cristiano y ha aniquilado totalmente este credo en zonas donde primero imperó en cristianismo, porque tiene en sus entrañas, todavía hoy, el afán de la conquista territorial para Alá. No en vano, murallas se levantaron en media Europa para detener el avance sarraceno, incluso en el mismo Vaticano. 

Más sorprendente todavía es que Bergoglio no proclame con el mismo entusiasmo, que la mayor tragedia humana sí es el holocausto de más de 1720 millones bebés no nacidos, asesinados por medio del aborto desde hace 40 años, según datos del Presidente de la Human Life International, el Padre Shenan J. Boquet. 

Pero ya sabemos que Francisco sigue la agenda de Soros y por eso es considerado un líder para las izquierdas, apoyado verbalmente por Hillary Clinton, el homosexual Elton John, por el anticlerical Pablo Iglesias entre otros muchos, o se le haya concedido ser protagonista de portadas en revistas y periódicos cuyo ideario ha sido siempre abiertamente contrario a las directrices católicas.

Isabel Planas