Jesús: Mis apóstoles no saben defenderme





(...) y así seas capaz de unirte en oración Conmigo, implorando tantas gracias, que si no bajan a la Tierra, difícilmente podréis sobrevivir al holocausto que han preparado los grandes de la Tierra a vuestras espaldas.

Ven y sitúate junto a Mí para que veas Mis lágrimas que son decepción de Mis apóstoles que, en estos Últimos Tiempos no saben defenderme y se atrincheran en su cobardía con la excusa de que así son útiles, mientras que si se declaran contrarios al infame que domina hoy en el Vaticano, podrían ser expulsados de sus puestos como así ha sido en estos últimos meses en contadas excepciones.

Pero Yo te lo digo, hablar, hablarán, cuando ya sea tarde porque el inicuo tienen planeado tomar cada vez posiciones de mayor relevancia poniendo a más enemigos míos en cargos de autoridad de manera que ya sea inviable desmontar su reino de terror urdido por satanás y que ha descendido sobre el Vaticano y la Iglesia entera.

Pero tú no te has de preocupar si haces lo que debes y rezas oportunamente para que sea revelado al mundo el engaño con que satanás ha tentado y conquistado a no pocas almas para que Me hagan la guerra desde el modernismo.

Tú ven ahora y dame tu sí, ese sí que necesito de tantos y que ahora no obtengo porque son multitud los que no han comprendido cómo satanás ha tomado ya Mi Iglesia y la encamina hacia su destrucción, aunque bien sabes que Mi vedadera Iglesia no puede perecer pues Yo he prometido que la mantendré en los verdaderos adoradores es espíritu y verdad que queden tras la debacle completa que ya se avencina.


(...)
Yo, tu Jesús