(...)Pregunta: Usted pide a la comunidad LGBTQ que le dé a la iglesia el "regalo del tiempo". ¿Cree que la inclusión completa es posible ahora?
P. James Martin: Si, lo creo. Mire los cambios que han ocurrido en los últimos años, desde la elección del Papa Francisco. Cuando dijo "¿Quién soy yo para juzgar?" se dirigía no sólo a los sacerdotes gays, sino a los gays en general. Usted lo tiene hablando en su exhortación apostólica Amoris Laetitia acerca de recordar a las personas LGBTQ "antes de todo" por su dignidad.
Usted tiene el cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, que se llegó específicamente a la gente LGBTQ después de los disparos de Orlando. Usted tiene el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, [Nueva Jersey], dando la bienvenida a un grupo LGBTQ a su catedral. Y también tienen al Cardenal Tobin y al Cardenal Kevin Farrell, funcionario del Vaticano, así como al Obispo Robert McElroy de San Diego, respaldando mi libro (Sobre construir puentes entre los homosexuales y la Iglesia). Eso sería absolutamente inaudito hace apenas unos años. Así que la inclusión completa es posible, y, por tiempo, creo que se está acelerando.
P:¿Hasta dónde cree que somos realistas en términos de la construcción de ese puente?
JM: Todavía estamos dando nuestros primeros pasos tentativos. Antes, tenías que usar palabras codificadas como "espectro" o "bienvenida" cuando se trataba de grupos LGBTQ en las parroquias. Por supuesto, en algunas diócesis y parroquias, apenas se pueden usar términos como "gay" o "LGBTQ". Y otros ya están muy lejos en el puente. La mejor pregunta puede ser: "¿Quién evita que el puente se derrumbe?" La respuesta es el Espíritu Santo, que desea la unidad, la bienvenida y el amor. Tenemos que hacer nuestra parte, especialmente escuchando las experiencias de nuestros amigos LGBTQ.
Xorje Olivares