Mis traidores están engañados por el Paraíso de Satanás




Ven (...)

Reproduce tu vida en la Mía.
No seas cobarde en proclamar Mi Verdad porque muy pronto no vais a poder hacerlo abiertamente, y bajo persecución adoraréis al verdadero Dios, Éste que se eleva solemne para deciros: "Amadme mientras todavía podáis, en Mi Eucaristía", que ya se alza como signo de contradicción entre los seguidores Míos y los de Satanás; esos que han proclamado que se puede comulgar en estado de pecado mortal, aunque lo disfracen de con bonitas palabras para aquietar las conciencias propias y de los pecadores que ya tienen la puerta abierta para recibir al Hijo de Dios en almas llenas de corrupción y podredumbre.

¡Oh!, cuánto sufro por lo que está por venir: En cuántas diócesis se va a reproducir la traición a Dios por su Iglesia, tomada por aquellos que, no sólo odian a Dios, sino que persiguen a todas las almas con el fin de descarriarlas y llevarlas al Infierno. Porque esos posesos de Satanás trabajan para él sin descanso, esperando una recompensa en el más allá, puesto que no creen en el Infierno tal como Yo lo describí, sino que lo imaginan como una especie de Paraíso en el que reinará Satanás con toda su corte de seguidores.

Y no saben, -los ingenuos-, perversamente engañados por el Maligno, que el reino de Satanás es de horror indescriptible, tanto es así, que si alguien pudiera abandonarlo, recorrería el mundo incansablemente sin permitir que ninguno entrara en él (si ello fuera posible): es tanta la degradación y el sufrimiento que allí tienen lugar que es imposible describirlo con palabras humanas.

Así que a ti y a todos los que con alma generosa lean esto, os insto a rezar sin cesar por los pecadores de manera que salvéis, al menos a algunos, del destino eterno de desesperación sin fin.

Ven (...), pon en práctica lo que te digo. Es muy fácil de recordar, pues se puede resumir en pocas palabras. Primero: que Me busques y Me hagas llegar tu amor por Mí y por las almas. Segundo: que hagas todo lo posible para divulgar Mis deseos al mundo, esto es, que se convierta y deje de pecar, porque ya llega el Aviso y después el Castigo que separará a los que son de Dios de los que son del diablo. O sea, los que están en gracia de los que no lo están. Así es de importante el estado del alma para el juicio que ya avanza hacia vosotros.

Quiéreme siempre más

Soy tuyo

Yo, tu Jesús

Mensaje a un alma mística, julio 2017